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Fuentes lexicográficas del estudio histórico del léxico hispanoamericano

by José Carlos Huisa Téllez (Volume editor)
©2021 Edited Collection 266 Pages
Open Access

Summary

La consulta de diccionarios o glosarios del pasado constituye una práctica usual en el estudio histórico del léxico hispanoamericano. Frente a esta situación, el objetivo de este volumen es plantear la necesidad de una evaluación profunda de estas fuentes, no solo desde una perspectiva lingüística y metalexicográfica, sino también tomando en cuenta elementos históricos y socioculturales. Siguiendo sus propias rutas científicas, diferentes especialistas de la historia del español y de la lexicografía hispanoamericana se concentran en esta tarea.

Table Of Contents

  • Cubierta
  • Título
  • Copyright
  • Sobre el autor
  • Sobre el libro
  • Esta edición en formato eBook puede ser citada
  • Contenido
  • Lista de autores
  • Introducción (José Carlos Huisa Téllez)
  • El estudio de la variación diasistemática: reflexiones en torno a la elaboración de un corpus de documentos coloniales (Elena Diez del Corral Areta)
  • Entre el corpus y el tesoro lexicográfico. Algunas reflexiones en torno del estudio de la variación léxica y la polisemia a partir de los gentilicios para el Perú (Piero Renato Costa León)
  • El léxico histórico del español de América en las fuentes metalingüísticas: estudio y edición metalexicográfica de los glosarios (Ignacio Ahumada Lara)
  • Lexicografía de ismos y estudio histórico del léxico hispanoamericano (José Carlos Huisa Téllez)
  • Consideraciones sobre el «Índice alfabético y vocabulario cubano» (1859 [1852]), de José García de Arboleya (Aurora M. Camacho Barreiro)
  • La función contrastiva de los ejemplos literarios en los diccionarios de Zorobabel Rodríguez y Juan de Arona (Eduardo José Jacinto García)
  • El Diccionario de chilenismos de Zorobabel Rodríguez (1875) y los diccionarios de la Real Academia Española (1884–1927) (Darío Rojas y Tania Avilés)
  • Joaquín García Icazbalceta y su Vocabulario de mexicanismos (1899) (Luz Fernández Gordillo)
  • Fuentes lexicográficas para el estudio histórico de los indigenismos del castellano andino (Rodolfo Cerrón-Palomino)
  • Obras publicadas en la colección

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Lista de autores

Ignacio Ahumada Lara

Consejo Superior de Investigaciones Científicas

Tania Avilés

Universidad Católica de Temuco

Aurora M. Camacho Barreiro

Instituto de Literatura y Lingüística “José Antonio Portuondo Valdor”

Rodolfo Cerrón-Palomino

Pontifica Universidad Católica del Perú

Piero Costa León

Università degli Studi di Verona / Universitat Autònoma de Barcelona

Elena Diez del Corral Areta

Université de Lausanne

Luz Fernández Gordillo

El Colegio de México

José Carlos Huisa Téllez

Johannes Gutenberg-Universität Mainz

Eduardo José Jacinto García

Universidad de Córdoba

Darío Rojas

Universidad de Chile

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José Carlos Huisa Téllez

Introducción

Hace alrededor de tres décadas –como ya varios especialistas se han detenido en comentar (cfr., por ejemplo, Lapesa 1991, Rivarola 2001 [1993]: 19 y Ramírez Luengo 2012: 394)–, empezó para el estudio histórico del español de América una época de renovada atención que se extiende hasta hoy. No es difícil reconocer que uno de los factores más importantes de este desarrollo sostenido de la investigación lo constituyen la ampliación y la mejora del tratamiento de su base documental, de lo cual el Corpus Diacrónico y Diatópico del Español de América (CORDIAM) o el dedicado trabajo de Juan Antonio Frago (por ejemplo, Frago 2010) son buenos botones de muestra. Resulta esencial mencionar asimismo el importante impulso dado también en el nivel teórico por la escuela alemana de filología románica, especialmente a través de los sucesivos proyectos de investigación dirigidos por Wulf Oesterreicher centrados en la época colonial (sobre el primero de ellos, «Escritura de impronta oral en la historiografía colonial de Hispanoamérica (1500–1615)» (1990–1996), cfr., por ejemplo, Renwick 1997). Esta especie de nueva época de la disciplina también incluye, por supuesto, el interés en el nivel léxico; de hecho, la gran mayoría de los autores nombrados hasta ahora presta aplicada atención al devenir de las palabras en diferentes momentos de la historia de la lengua en el continente. No podemos dejar sin mencionar el ya clásico Buesa y Enguita (1992), dedicado sobre todo a las que quizás sean las categorías más recurridas en la investigación, las de indigenismo y léxico patrimonial.

Si bien es cierto que en el estudio histórico prima o debe primar el manejo de fuentes lingüísticas, en el sentido de fuentes que recogen el uso mismo de la lengua, frente al de las fuentes metalingüísticas, que recogen más bien la reflexión de los hablantes sobre su propio uso, la consulta de un tipo prototípico de estas fuentes, el diccionario o glosario, no es en absoluto inusual entre los especialistas, en especial porque reflejan los usos activos en un momento determinado. Es significativo, por ejemplo, que en su estudio sobre el español de América en la época de la independencia, Frago dedique el apartado titulado «La cuestión documental» sobre todo a diversas pesquisas lexicográficas en diccionarios españoles e hispanoamericanos. En su repaso del estudio de la incorporación de determinados préstamos indígenas, Rivarola –en otro ejemplo de interés– no duda en afirmar: «[d]‌e qué manera aquí el estudio lingüístico se entreteje ←11 | 12→con el de objetos, costumbres e instituciones […] queda patente, a modo de ilustración, cuando se examinan los registros lexicográficos de papa y tomate en dicha obra [Autoridades]» (Rivarola 2001 [1993]: 29). El papel coadyuvante de la lexicografía en el caso de los estudios históricos, dicho sea de paso, no se muestra solo en esta consulta complementaria de diccionarios del pasado, sino también en la elaboración de obras lexicográficas en el presente a partir de una base documental bien trabajada; muy buenos ejemplos de esto son Alvar Ezquerra (1997) y Company y Melis (2002). Naturalmente no hay que perder de vista que los puntos de partida y llegada de obras como estas están relacionados de forma directa con la investigación. Por su parte, la producción lexicográfica de los siglos pasados, especialmente en América y a diferencia de su contraparte académica, se ha hecho partiendo casi de forma exclusiva del interés, la competencia y la experiencia del autor.

Valga el último apunte para ir entrando de lleno en el tema central de este volumen. Hacia el último tercio del siglo pasado, y en el marco de modernas propuestas de elaboración de diccionarios del español americano, la producción lexicográfica decimonónica de época republicana, cuyo modelo se repite hasta el siguiente siglo, se sometió a un duro examen. Es bien conocida la crítica de Lara sobre las bases ideológicas de aquella, sobre todo en cuanto a la conciencia del desvío de los lexicógrafos y hablantes hispanoamericanos frente a su propia habla americana, cuya superación el autor mexicano exige vehementemente (cfr. Lara 1990 [1989]). Por su parte, Reinhold Werner y Günther Haensch, directores del Proyecto de Diccionarios Contrastivos del Español de América, de la Universidad de Augsburgo, Alemania, apuntaban sus críticas sobre todo a cuestiones metalexicográficas, al tener como objetivo sistematizar en un lenguaje lexicográficamente condensado las intuiciones de los autores del pasado sobre las diferencias de uso entre el léxico americano y el peninsular, considerado como norma central (Werner 1991). Ciertamente y al igual que Lara, Werner y Haensch intentaban dejar de lado esta postura normativa del XIX y asumían, a cambio, que la comparación entre el léxico de un país americano y el de España todavía resultaba necesaria por cuestiones puramente prácticas en la realidad del siglo XX. De cualquier manera, estas miradas críticas generales dieron paso a la necesidad de emprender estudios más específicos de las obras en cuestión, que se han ido llevando a cabo a lo largo de las últimas dos décadas impulsadas por desideratas como la de Werner al proponer «la elaboración de cuidadosas ediciones críticas de obras lexicográficas antiguas, clásicas y de difícil acceso hoy día» (Werner 2001: s.p.) o esta indirecta de Lara: «[la lexicografía hispánica] no ha escrito su propia historia ni puede evaluar sus diccionarios desde puntos de vista metódicos y rigurosos ←12 | 13→(pienso en las obras de Quemada 1968 y Rey-Debove 1971 para el francés)» (Lara 1990 [1989]: 237).

Es posible establecer una estrecha relación entre este esfuerzo de examinar con detenimiento la práctica lexicográfica hispanoamericana y la labor del historiador de la lengua si tenemos en cuenta el hecho patente de que las obras correspondientes, más allá de sus entresijos ideológicos y sus sistemáticas carencias, ofrecen información que no puede desaprovecharse sobre un inmenso caudal léxico. En otras palabras, la evaluación de este tipo de obras es un paso previo para su adecuado empleo también en el ámbito histórico, esta vez como fuentes. En gran medida, este fue el espíritu de la jornada organizada en la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia, Alemania, en 2014, de la cual surgen algunas de las contribuciones que se presentan hoy en este volumen, y que tenía como objetivo revisar y plantear formas de tratamiento de las fuentes en el estudio histórico del léxico.

Al margen de los problemas prácticos que impidieron a lo largo de los años la elaboración de un volumen que compilara las comunicaciones presentadas en aquella jornada, la sorpresiva muerte en 2015 de Reinhold Werner, verdadero impulsor de las ideas que estamos presentando aquí, truncó un proyecto de largo aliento dedicado a la extensa evaluación de la lexicografía hispanoamericana, cuyo primer paso lo habría constituido la publicación planeada. Con todo, estos años han servido para involucrar a más especialistas, que, siguiendo sus propias rutas, se dedican también a la empresa de examinar las obras lexicográficas del pasado y sopesar su utilidad en el estudio histórico. Naturalmente, y como veremos enseguida, su incorporación a este volumen es a todas luces una ganancia; no queremos, sin embargo, dejar de mostrar aquí las ideas iniciales de Werner, expuestas en el resumen que escribió de la conferencia con la que abriría aquella jornada, significativamente titulada «¿Por qué nos interesa en el siglo XXI la lexicografía hispanoamericana de los siglos XIX y XX?»:

Las obras lexicográficas dedicadas al español americano publicadas a lo largo de los siglos XIX y XX han sido objeto de severas críticas globales a partir de los años setenta del siglo pasado, en especial debido a su carácter diferencial, es decir al hecho de que recogen, sobre todo, tipos de vocabulario en los que el español de los países americanos se distingue del de España, estableciendo así un género lexicográfico periférico, solo complementario a una lexicografía seudopanhispánica dominada por representantes del español europeo. En esta conferencia se afirmará que existe toda una serie de razones que hacen deseables una recolección metódica y un análisis sistemático de los diccionarios y glosarios hispanoamericanos desde sus orígenes.

Aunque las obras lexicográficas de los siglos pasados carezcan de importancia como descripciones científicas del español americano actual, presentan un alto valor como fuentes de información para estudios de lingüística histórica e historia cultural. Como ←13 | 14→hipótesis de trabajo, que ya puede apoyarse en primeros estudios sobre algunas obras pioneras de varias lexicografías nacionales, se sostiene que los inicios de la producción diccionarística hispanoamericana no son tan homogéneos, ni desde un punto de vista ideológico, como opina la crítica polémica que se les hace desde una perspectiva posterior que, a su vez, también merece un análisis crítico con respecto a sus raíces ideológicas. No en último lugar debería examinarse sin prejuicios la pregunta de si las obras pioneras de la lexicografía hispanoamericana no encierran alguna que otra idea que valdría la pena ser reconsiderada, tal vez, integrada con elementos teóricos y metodológicos más modernos, para la concepción de futuros estudios lexicográficos.

Por otro lado, el retraso en la decisión de retomar este proyecto de publicación trajo consigo también perder la oportunidad de contar con la contribución de uno de los especialistas en historia del léxico americano más activos en la actualidad, José Luis Ramírez Luengo. Su importante aportación a las bases teóricas del estudio como también muestras relevantes de un serio trabajo empírico, componentes de la comunicación que presentó en nuestra jornada, pueden verse ya en Ramírez Luengo (2017).

Una tercera comunicación no recogida aquí es la que presentó el editor de este volumen. Se trataba de la evaluación de la parte dedicada al léxico de una obra fundacional de la filología peruana, El lenguaje peruano, de Pedro M. Benvenutto Murrieta, publicada en 1936, evaluación que establecía una relación entre sus bases teóricas y empíricas, y el concepto lexicográfico que guía el Diccionario de peruanismos. Ensayo filológico de Juan de Arona, de 1883, que a su vez también constituye un primer hito en la lexicografía del español peruano. Este estudio formará parte de una edición comentada de la obra del primer autor, todavía en proyecto.

Las comunicaciones restantes presentadas aparecen aquí finalmente en forma de artículos, naturalmente tras una necesaria revisión. El primero de ellos, de Elena Diez del Corral Areta, apunta al manejo de las fuentes en el estudio histórico más allá del ámbito lexicográfico: parte del propio trabajo empírico con documentos coloniales de la Audiencia de Quito de la autora (Diez del Corral Areta 2015) para reflexionar en torno al restringido acceso a importante información sobre el complejo variacional en el que una palabra o un determinado fenómeno lingüístico se presenta y a la consecuente dificultad de reconstruir el contexto. Se presentan, así, diferentes métodos o recursos para poder mitigar o superar estos problemas. Por su parte, la contribución de Ignacio Ahumada centra su atención en un tipo de producto lexicográfico específico, los glosarios añadidos a obras de otra naturaleza, especialmente literarias, relevantes también para el estudio histórico del léxico, sobre todo porque dan pistas de la marcación en el uso de las palabras que induce al autor a registrarlas. Se ←14 | 15→proponen, entonces, la recuperación de este tipo de fuentes y criterios para su edición moderna. El estudio de Eduardo Jacinto García está dedicado a las dos obras más prototípicas de la serie de diccionarios diferenciales decimonónicos hispanoamericanos, el Diccionario de chilenismos de Zorobabel Rodríguez, de 1875, y el Diccionario de peruanismos. Ensayo filológico de Juan de Arona, de 1883, centrándose específicamente en la naturaleza de los testimonios literarios presentados por los lexicógrafos, que el autor identifica como parte de los orígenes de la investigación empírica del léxico hispanoamericano. Finalmente, el artículo de Rodolfo Cerrón-Palomino se enfoca en las fuentes lexicográficas del estudio histórico de los indigenismos del castellano andino; después de una revisión historiográfica, se señalan los problemas de su tratamiento moderno, que normalmente deja de lado conocimientos históricos y culturales relevantes.

A este primer contingente de trabajos producto de la jornada de 2014, se le suman en este volumen otros cinco artículos que participan del mismo ideal propuesto en la organización de aquel encuentro. La contribución de Piero Costa León parte también de un propio trabajo empírico ya llevado a cabo (Costa León 2017), sobre la historia de la polisemia de perulero, para reflexionar en torno a las ventajas de complementar, si bien con mucha cautela, el uso de las fuentes documentales con el de las lexicográficas. El segundo artículo añadido –escrito por mí– tiene como objetivo esbozar algunas pautas generales para el adecuado manejo de los diccionarios diferenciales decimonónicos hispanoamericanos como fuentes del estudio histórico del léxico.

Los tres trabajos restantes constituyen estudios monográficos. El de Aurora M. Camacho Barreiro recupera para la historiografía, y naturalmente también para el estudio de la historia del léxico, el «Índice alfabético y vocabulario cubano», de José García de Arboleya, publicado en 1852 y reeditado en 1859, adjunto a un texto mayor, contextualizándolo no solo desde un punto de vista sociocultural e histórico, sino también metalexicográfico. El artículo de Luz Fernández Gordillo constituye en gran medida un estudio introductorio del Vocabulario de Mexicanismos de Joaquín García Icazbalceta, publicado en 1899, que presta atención a aspectos definitorios de la obra, entre los cuales es de señalar el concepto lexicográfico del autor, de fuerte impronta en la producción lexicográfica posterior. Por último, la contribución firmada por Tania Avilés y Darío Rojas explora la relación entre el ya mencionado diccionario de Zorobabel Rodríguez y la Real Academia Española, en principio en cuanto a las propuestas de adiciones, modificaciones o supresiones del lexicógrafo chileno, pero sobre todo en cuanto a su significado glotopolítico, aspecto que también debe tomarse en cuenta al tratar la información que ofrecen los diccionarios de esta serie.

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No podemos dejar de mencionar que varios otros especialistas en la historia de la lexicografía hispanoamericana también están produciendo ahora mismo contribuciones de calidad que hay que tomar en cuenta para la evaluación propuesta de diccionarios y glosarios del pasado. En ese sentido, aunque aquí no estén todos los que deberían estar, esperamos que este volumen contribuya en algo a que continúe estrechándose la relación entre lexicografía y el estudio histórico del léxico hispanoamericano, de tal manera que rinda en la medida de las posibilidades frutos tan sustanciosos como el tratamiento de las usuales fuentes de archivo.

Sirvan las últimas líneas de esta introducción para expresar nuestro agradecimiento a la Oficina de Fomento a la Investigación de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia por su apoyo en el inicio de este proyecto, a la editorial Peter Lang por su acogida y, en especial, a los autores, cuya paciencia se ha visto puesta a prueba a lo largo de este proceso.

Bibliografía

Alvar Ezquerra, Manuel (1997): Vocabulario de indigenismos en las crónicas de Indias. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Details

Pages
266
Publication Year
2021
ISBN (PDF)
9783631867594
ISBN (ePUB)
9783631867600
ISBN (Hardcover)
9783631867297
DOI
10.3726/b19860
Open Access
CC-BY
Language
Spanish; Castilian
Publication date
2021 (December)
Published
Berlin, Bern, Bruxelles, New York, Oxford, Warszawa, Wien, 2021. 266 p., 8 il. en color, 7 tablas.

Biographical notes

José Carlos Huisa Téllez (Volume editor)

José Carlos Huisa Téllez Docente de Lingüística Hispánica, Ciencias de la Cultura y Español como Lengua Extranjera en la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia, Alemania. Sus principales áreas de investigación son la lexicografía hispanoamericana y el léxico de la región andina del siglo XIX.

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