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Los novísimos

Medio siglo de poesía española

by Sergio Santiago Romero (Volume editor)
©2024 Edited Collection 316 Pages

Summary

Nuestro volumen aborda el estudio de la antología Nueve novísimos poetas españoles cincuenta años después de su publicación a cargo de Josep Maria Castellet. Para sopesar en su conjunto el impacto de la antología, no solo reunimos la voz de alguno de los protagonistas, sino que extendemos nuestras consideraciones al conjunto de los poetas de la órbita novísima que han terminado configurando, junto con los elegidos por Castellet, una corriente de estilo.
Hemos dotado a nuestro volumen de una estructura cuatripartita con el fin de plantear en forma de abanico todo el fenómeno de la poesía novísima. La primera parte, «Los protagonistas», recoge tres trabajos de autores pertenecientes a la llamada promoción del 68: Guillermo Carnero, Antonio Colinas y Jaime Siles. La segunda parte, «Los novísimos, Castellet y la antología», reúne cuatro trabajos panorámicos donde se abordan tanto las características del grupo como las circunstancias en que fue pergeñada y publicada la antología. En la tercera parte, el lector encontrará ocho «Estudios sobre autores novísimos», capítulos en donde se analiza de forma pormenorizada la obra de algunos de los nueve poetas recogidos en la antología de Castellet. Finalmente, la cuarta parte, como muestreo de la irradiación estética, se ocupa de «La tradición novísima». En ella se aglutinan cuatro trabajos sobre poetas de la órbita novísima o poetas herederos de la estética del 68

Table Of Contents

  • Cubierta
  • Título
  • Copyright
  • Sobre el autor
  • Sobre el libro
  • Esta edición en formato eBook puede ser citada
  • Índice
  • Introducción: «La Novedad novísima, cincuenta años después»
  • Primera Parte: los protagonistas
  • Nueve Novísimos Poetas Españoles (1970): una historia personal
  • ¿Una dudosa generación o algunos poetas independientes?
  • Idea del lenguaje y cambio de paradigma poético en la segunda mitad de los sesenta: relectura de la tradición y constitución de un nuevo discurso
  • Segunda Parte: Los Novísimos, Castellet, la antología
  • Nueve novísimos poetas españoles como antología-manifiesto
  • La caja de herramientas de Juan José Lanz. Una lectura de Nuevos y novísimos poetas en la estela del 68
  • «De la inutilidad de conspirar en librerías de viejo»: los novísimos, la poesía y la historia
  • Destino de los Novísimos: un cambio de rumbo hacia un lirismo crítico
  • Tercera Parte: estudios sobre autores novísimos
  • Más allá de Nueve novísimos poetas españoles: la presencia de Manuel Vázquez Montalbán en otras antologías poéticas entre 1964 y 2021
  • Historia de un idiota contada por él mismo o El contenido de la felicidad, de Félix de Azúa: una lectura desde el pesimismo filosófico
  • Las dos caras del culturalismo. La actitud aporética de Félix de Azúa y Antonio Colinas hacia el pasado
  • Un novísimo gusto camp: Gimferrer, Darío y la actualización política del modernismo
  • Metapoesía en el último Guillermo Carnero: hacia una reconciliación de sujeto y lenguaje (Carta florentina, 2018)
  • Estudio comparado de la métrica de Pere Gimferrer y Guillermo Carnero a través de las Humanidades Digitales
  • Esterilencia y transducción. El espacio figural del cuaderno en la escritura de Leopoldo María Panero
  • El espíritu contracultural y el malditismo de Leopoldo María Panero en la música urbana contemporánea. La rebeldía de los malditos y la nueva marginalidad
  • Cuarta parte: la tradición de los Novísimos
  • Metralla en el papel. Agustín Delgado, un lobo estepario sesentayochista
  • Algunas observaciones de estética y ecdótica sobre once poemas novísimos de Luis Alberto de Cuenca
  • Por una lectura enunciativa de «Tardes de Salamanca»
  • Por el gran mar, de Andrés Sánchez Robayna: cuando la pérdida se colma de luz
  • Nota sobre el proceso de selección por pares ciegos
  • Índice de series

Sergio Santiago Romero

Universidad de Alcalá-ITEM

Introducción: «La Novedad novísima, cincuenta años después»

Decía José Hierro con mucha ironía que «quien siembra Antologías / recoge Nacionales». Lo escribió en un «Sonetuelo» del año 1953 que comenzaba con un verdadero rapapolvo contra la especie del antólogo, y no me resisto a principiar también con él la presentación de este volumen:

Perro editor. Cien mil veces maldito,

¿qué Luzbel te inspiró la Antología?

Una coroza es lo que merecía

tu idea, pez, hoguera y sambenito.

La antología, artefacto privilegiado del canon, es siempre una maquinación interesada, hasta cierto punto capciosa incluso. Tiene, por lo demás, un papel decisivo las dinámicas de exclusión-inclusión que articulan el canon cultural de un pueblo. En su genial Viaje del Parnaso, Cervantes nos presenta a la olvidada poetambre que cae por la borda del barco de los vates cuando baja de las nubes Lope de Vega, viva imagen de la vanagloria, pues había que hacer hueco a su ego. Para que Lope tenga asiento, esos innominados poetas deben ser olvidados, des-bancados de la nave que conduce a la Fama. En tiempos del autor alcalaíno aún no se había popularizado la antología como forma de expulsión poética, pero a partir del siglo xx este dispositivo libresco alcanzó el estatuto de auténtico yate del Parnaso.

Cuando pensamos en el poder de las antologías poéticas para construir canon se nos viene muy pronto a la cabeza Nueve novísimos poetas españoles (1970), una de las empresas de mercadotecnia literaria más fructíferas de la pasada centuria. La verdadera novedad novísima —prometo no abusar más en adelante de estos juegos de palabras—, con todo, fue la capacidad que tuvo la antología de Josep Maria Castellet de construir no solo canon, sino historia de la literatura más allá de sus propios límites como libro. A esta particularidad, «la inclusión de la antología como elemento determinante de la historiografía literaria», se refería con acierto Sergio Fernández en el prólogo de su Novísima antología novísima (Eolas, 2021), una compilación retrospectiva que, además de conmemorar el cincuentenario de la publicación de Castellet, buscó mostrar la deriva posterior de los nueve afortunados escritores seleccionados por el antólogo en 1970. Así, esta nueva antología trataba de responder, para el caso novísimo, a la pregunta manriqueña: de aquellos poetas, ¿qué se hicieron? Puestas frente a frente, la antología de Castellet y la Novísima antología novísima ofrecen una respuesta congruente a esta pregunta.1 En buena medida, pienso que Castellet no recogió un estilo presente en la vida poética de su tiempo —como él mismo creía estar haciendo—, sino que más bien lo creó, y su dinámica de exclusión, más que como disuasión, derivó en una hospitalaria invitación dirigida a los ausentes. De este modo, se articuló con el tiempo una esfera u órbita de los novísimos formada por todos los que, pudiendo estar, no fueron elegidos, y una tradición novísima compuesta por quienes han seguido con más o menos reverencia o acierto la estética del llamado Grupo del 68. Constituida ya como corriente o movimiento, y a falta de un nombre definitivo —culturalismo, neovanguardia, neosurrealismo, poesía pop, etc.— la estética novísima pudo erigirse como tótem de las obligadas catarsis edípicas que consagran todo estilo literario. Por un lado, había sido presentada como ariete contra una forma precedente de escritura, el realismo social de los 50 y 60, elocuentemente calificado por Castellet como «pesadilla estética».2 Por otro, le salió sin mucho tardar un hijo rana, la poesía de la experiencia, martillo de la vanguardia cuyo dominio poético se ha extendido hasta fechas muy recientes. Y, por cerrar el círculo típico de la supervivencia de cualquier movimiento poético relevante, los novísimos viven en la actualidad una fase de vindicación y recuperación por parte de los jóvenes poetas nacidos en los 80 y los 90. Estos jóvenes construyen su obra frente a aquella «otra sentimentalidad» que se oponía a la otrora «nueva sensibilidad» preconizada por Castellet en el prólogo de Nueve novísimos. Así las cosas, esta nueva atención que reciben los novísimos opera como revulsivo contra el experiencialismo hasta ahora dominante, en cumplimiento de las tesis de Harold Bloom sobre el parricidio que conlleva todo camino artístico. Todas las cosas, como bien sospechaba César Vallejo, son padres o hijos.

Cada uno de estos tres momentos de articulación —reacción frente al realismo, pugna entre culturalismo y experiencia y actual resurrección novísima— ponen de manifiesto hasta qué punto la antología de Castellet fue capaz de cambiar la historia de la poesía española. Mucho se ha escrito acerca de las razones por las que el criterio de Castellet fue virando desde una acérrima defensa de la poesía social en Veinte años de poesía española (1960) —sostenida, con alguna reserva, en Un cuarto de siglo de poesía española (1964)— hasta hablar, una década después, de la baja calidad de esta. En opinión de Isabel Navas Ocaña, el cambio fue gradual y se percibe en los diferentes textos que Castellet publicó en la década de los 60, de modo que, en opinión de esta autora, Castellet podría haber experimentado un sincero trueque de opinión.3 En todo caso, la de 1970 fue, como decíamos hace un momento, una brillante operación de márquetin gracias a la cual nuestra poesía puso rumbo a las afortunadas islas de la neovanguardia, en un viaje equivalente al que había vivido la novela: de la berza al sándalo.4 No en vano, la enconada defensa anterior de la poesía realista no había sido sino un apéndice más de la llamada «operación realismo» de Castellet y Barral en las páginas de Laye y Seix Barral. El paso de los años ha permitido clarificar el papel de algunos otros protagonistas de la operación novísima, especialmente el de Gimferrer, que en 1971 publicó unas «Notas parciales sobre poesía española de posguerra» que suponían una singular andanada contra el realismo, y el de Ana María Moix, una de las principales consejeras de Castellet en el particular casting de poetas que se emprendió en el verano del 69. Lo que ha quedado oculto casi siempre en esa historia, por supuesto de una manera no inocente, es que ya existieron, antes de la antología de 1970, movimientos poéticos de recuperación de la vanguardia histórica y del surrealismo de la primera posguerra, como el postismo y el Grupo Cántico. Sin este imprescindible eslabón entre los vanguardistas del 27 y los poetas culturalistas del 70 sería imposible plantear un retrato fidedigno del decurso poético de la vanguardia, por más que tales precursores le quiten algo de novedad a la antología de Castellet.5

Lo mismo puede decirse de la ulterior confrontación entre los poetas de la experiencia contra los novísimos, pues esta no hizo sino reavivar la pugna de realistas y surrealistas de los años 60, como bien denota la «Poética» con la que Javier Egea remedaba a Juan Ramón en el famoso manifiesto del 83:

Vino primero frívola —yo niño con ojeras—

nos puso en los dedos un sueño de esperanza

o alguna perversión: sus velos y su danza

le ceñían las sílabas, los ritmos, las caderas.6

Caben muy pocas dudas acerca de cuál es esa poesía de la musa frívola a la que alude Egea, tan cercana a esa comida multinacional de la que se burlaba López Pacheco en el elogio a la berza contenido en su libro de cuentos Lucha por la respiración.7

No ahondaré aquí en la cuestión de la nómina de autores de la antología y sus posibilidades de extensión más allá de esta —prescindamos del manido ni son todos los que están ni están todos los que son, etc.—, porque sobre este particular se tercia, a mi modo de ver de forma bastante definitiva, en alguno de los trabajos incluidos en este volumen. Sobre la enigmática elección del número nueve cumple decir, medio siglo después, que a toda clase de arcanas explicaciones simbólicas —las nueve musas, los nueve meses de gestación, el sentido cabalístico del nueve…— es preciso añadir otras dos de peor fuste: 1) la existencia del grupo italiano I novissimi, que sin duda inspiró la operación literaria de Castellet,8 y 2) la homofonía de nueve y nuevo que, al parecer, tanto gustaba al antólogo. En todo caso, podemos convenir que ni las explicaciones más opulentas ni las más caprichosas o mercantiles suponen un criterio demasiado serio para gestar una antología. Baste recordar, en este punto, que los novísimos no siempre fueron nueve —el décimo novísimo, Miguel Ullán, cayó de la lista pocas semanas antes de la impresión del texto— y no siempre fueron los mismos nueve. El expeditivo proceso de selección —la antología se fraguó en apenas un mes9—, además de resultar arbitrario, hirió silenciosamente las sensibilidades de unos, y no tan silenciosamente las de otros, como prueba la «Carta gratulatoria a José María Castellet» de Antonio Carvajal, airado agradecimiento del poeta granadino por no haber sido incluido. Sea como fuere, puede sacarse en conclusión que estar en la antología no le vino mal a ninguno de los nueve y que, a la postre, no estar en ella tampoco ha supuesto ningún trastorno demasiado grave para nadie, pues desde muy pronto quedó claro que el horizonte lírico al que apuntaba la antología desbordaba sus límites. Nunca ha sido cuestionado que autores como Antonio Colinas, Jaime Siles o Luis Antonio de Villena sean poetas fácilmente encuadrables en este espectro, por más que a Castellet solo le cuadraran —vuelvo a los juegos— nueve nombres que evocaban una cacofonía de dudosa calidad —nueve/novísimos—. Por lo demás, es sabido por todos los que nos dedicamos a la historia y hermenéutica de la literatura que las etiquetas no son entidades reales, sustanciadas ontológicamente, sino meras categorías instrumentales que sirven, por decirlo con Kant, para orientarse en el pensar. Así, la tarea de cribar poetas, poniendo a cada cual en el saco que le toque, como quien cuenta legumbres, no es ni mucho menos la más interesante ni necesaria de nuestro oficio de intérpretes de la cultura. Más bien al contrario, resulta preciso buscar las líneas de continuidad y encuentro entre los autores de una escuela y los de otras para desbaratar por lábiles las categorías y, al mismo tiempo, reivindicar su capacidad taxonómica y su potencial explicativo y didáctico.

Hemos dotado a nuestro volumen de una estructura cuatripartita con el fin de abordar en forma de abanico todo el fenómeno de la poesía novísima. La primera parte, «Los protagonistas», recoge tres trabajos de autores pertenecientes a la llamada promoción del 68: Guillermo Carnero, Antonio Colinas y Jaime Siles. La segunda parte, «Los novísimos, Castellet y la antología», reúne cuatro trabajos panorámicos donde se abordan tanto las características del grupo como las circunstancias en que fue pergeñada y publicada la antología. En la tercera parte el lector encontrará ocho «Estudios sobre autores novísimos», capítulos en donde se analiza de forma pormenorizada la obra de algunos de los nueve poetas recogidos en la antología de Castellet. Finalmente, la cuarta parte, como muestreo de la irradiación estética, se ocupa de «La tradición novísima». En ella se aglutinan cinco trabajos sobre poetas de la órbita novísima o poetas herederos de la estética del 68.

La primera parte de nuestro libro se abre con el testimonio de un protagonista de excepción, Guillermo Carnero, quien en su texto «Nueve novísimos poetas españoles (1970): una historia personal», ofrece importantes datos sobre la conformación de la antología hasta la fecha desconocidos. La carta que, con inmensa generosidad, nos ha facilitado el autor para ser reproducida en el anexo de este capítulo es un documento inédito de máxima relevancia, pues se trata de la misiva con la que Castellet solicitó al poeta el envío de los textos para la compilación.

Antonio Colinas en su trabajo «¿Una dudosa generación o algunos poetas independientes?» presenta una interesante reflexión sobre su incardinación en el grupo del 68 y, por ende, sobre las continuidades y divergencias que se dan entre la poética de los novísimos y la de este autor. Así, a pesar de las importantes diferencias con el resto del grupo —en especial cierto clasicismo de Colinas que, al parecer, llevó a Castellet a excluirle de la antología—, el poeta leonés pone de manifiesto su esencial sintonía con los nueve novísimos, y aun con otros poetas que, como él, no fueron incluidos. La puesta en contexto de dicha compilación con otras antologías aparecidas en los años inmediatamente anteriores o posteriores revela que el clima en que se gestó el proyecto novísimo es más complejo de lo que tradicionalmente se ha pensado.

El trabajo del poeta y profesor Jaime Siles, «Idea del lenguaje y cambio de paradigma poético en la segunda mitad de los sesenta: relectura de la tradición y constitución de un nuevo discurso», manifiesta una gran sintonía con el de Colinas. Siles amplía desde un punto de vista más académico el papel de la antología de Castellet en un conjunto de otras antologías y textos teóricos de críticos y autores que conforman las bases del cambio de gusto poético del grupo del 70. Del mismo modo, Siles abunda en las razones que le llevaron a proponer la nomenclatura de Generación del lenguaje como la más adecuada para definir al grupo, en el que se considera plenamente inserto.

La segunda parte del volumen se abre con un trabajo del profesor Juan José Lanz, sin duda el más conspicuo especialista en los poetas del grupo, autor del libro Nuevos y novísimos poetas en la estela del 68 (Renacimiento, 2011), una de las contribuciones más completas y profundas a esta materia. El capítulo, titulado «Nueve novísimos poetas españoles como antología-manifiesto», explora el carácter programático de la antología de Castellet, que fue articulada con la firme voluntad de abrir un debate estético en el panorama poético español, y demuestra que todos los elementos constitutivos de la recopilación —la unidad de sus partes, el «modelo archiestético» y la propia congruencia entre los textos elegidos— estuvieron orientados a tal finalidad.

La profesora Graciela Ferrero, de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), se acerca en su trabajo al papel que la crítica académica, en este caso el propio profesor Lanz, ha jugado en la configuración de los novísimos como grupo poético. Su trabajo, «La caja de herramientas de Juan José Lanz. Una lectura de Nuevos y novísimos poetas en la estela del 68», analiza el trabajo del profesor bilbaíno como programa académico complementario al movimiento literario que Castellet propiciara con su antología. Explora el criticismo de Lanz como aportación a la historiografía literaria, a la «política poética» y a la crítica literaria sobre las antologías. Ferrero pone negro sobre blanco las principales aportaciones críticas del libro de Juan José Lanz, cuales son el análisis de una «pragmática del dispositivo antología», la aplicación a los novísimos del concepto de compromiso y el carácter tautológico de la antología de Castellet, cuya selección de textos fue realizada con el único fin de adecuarse al prólogo-manifiesto que la acompaña.

La profesora Araceli Iravedra, especialista en poesía contemporánea de la Universidad de Oviedo, firma el estudio «“De la inutilidad de conspirar en librerías de viejo”: los novísimos, la poesía y la historia». La autora parte de ese opúsculo de Martínez Sarrión incluido en Pautas para conjurados (1970) para tratar de repensar el descreimiento novísimo de la historia en una clave de nostalgia. A pesar de que la retórica surrealista puede desdibujar los vínculos de la poética de Sarrión con la historia, y que en muchas ocasiones, considera Iravedra, la formulación lingüística abdica de la explicitación de nexos con el referente social y política, la autora considera que existen en la poética del autor elementos de compromiso ético y cívico que, con las debidas precauciones, puede emplearse como modelo extensible a otros autores de la órbita novísima.

Claude Le Bigot, profesor de la Universidad de Rennes, cierra esta segunda parte con un trabajo monográfico sobre la evolución de los novísimos con posterioridad a la antología de Castellet: «Destino de los novísimos: un cambio de rumbo hacia un lirismo crítico». Considera Le Bigot que los novísimos castelletianos sufrieron una muy temprana decantación en la que desaparecieron los rasgos más pirotécnicos y retóricos presentes en la antología, al tiempo que se encaminaban hacia visiones más eclécticas de poesía presididas no tanto por la ruptura cuanto por la re-evaluación crítica de la tradición. El autor traza una breve recensión de la fortuna lírica posterior de los nueve autores, lo que hace el trabajo una panorámica sobre la evolución ulterior del grupo.

La tercera parte, que incluye estudios particulares sobre los autores de la antología se abre con el trabajo de Sergio García García, «Más allá de Nueve novísimos poetas españoles: la presencia de Manuel Vázquez Montalbán en otras antologías poéticas entre 1964 y 2021». Como el propio título declara, se trata de un capítulo de corte historiográfico que rastrea la fortuna posterior de Vázquez Montalbán en recopilaciones poéticas, lo cual reviste un enorme interés en la medida que permite entender el paulatino borrado del panorama poético español que sufrió el autor a pesar de no haber abandonado nunca la lírica. Vázquez Montalbán, que ha pasado al canon como narrador, gozó de una enorme presencia en las antologías de los 70 que fue después menguando.

Precisamente de la dimensión de los novísimos como narradores se ocupa Claudio Moyano Arellano en el capítulo «Historia de un idiota contada por sí mismo o El contenido de la felicidad, de Félix de Azúa: una lectura desde el pesimismo filosófico». El comentario ideológico de esta crucial novela de Azúa del año 1986 permite a este investigador de la Universidad de Valladolid plantear algunas sugestivas hipótesis sobre la progresión literaria del autor desde la poesía hasta la prosa y el ensayo poético. La lectura de esta novela desde la filosofía pesimista de Schopenhauer y Cioran permite comprobar hasta qué punto la actitud crítica y distanciada de esta novela se encuentra en sintonía con la ruptura del hermetismo poético de su primera etapa literaria.

Details

Pages
316
Publication Year
2024
ISBN (PDF)
9783631912591
ISBN (ePUB)
9783631912607
ISBN (Hardcover)
9783631912539
DOI
10.3726/b21431
Language
Spanish; Castilian
Publication date
2024 (October)
Keywords
Poesía Española novísimos neovanguardia Generación del 68 Castellet
Published
Berlin, Bruxelles, Chennai, Lausanne, New York, Oxford, 2024. 316 p., 4 ill. n/b, 4 tabl.
Product Safety
Peter Lang Group AG

Biographical notes

Sergio Santiago Romero (Volume editor)

Sergio Santiago Romero es profesor de literatura española en la Universidad de Alcalá. Su investigación se ha centrado en la poesía y el teatro de los siglos XX y XXI, con especial atención a las relaciones entre filosofía y literatura, el teatro trágico del siglo XX y la poesía de la posguerra, desde los años 40 al 75.

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