Los indoamericanismos léxicos en la obra lexicográfica de César Oudin (1607, 1616, 1621)
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Table Of Contents
- Cubierta
- Título
- Copyright
- Sobre el autor/el editor
- Sobre el libro
- Esta edición en formato eBook puede ser citada
- Índice
- Listado de abreviaturas
- 1. Introducción: César Oudin y el Tesoro de las dos lenguas españolas y francesa (1607–1675)
- 2. El americanismo léxico: procesos y recursos de formación
- 2.1. Los americanismos en las obras lexicográficas
- 2.2. Los americanismos en la lengua francesa
- 3. Objetivos, método y material
- 3.1. Método y material
- 3.2. Estructura del análisis
- 4. Análisis de los americanismos léxicos presentes en el Tesoro de las dos lenguas española y francesa (1607, 1616, 1621)
- 5. Análisis global y conclusiones
- 6. Obras citadas
- 7. Índice de indoamericanismos
1. Introducción: César Oudin y el Tesoro de las dos lenguas españolas y francesa (1607–1675)
César Oudin fue Secretario – Intérprete del rey Enrique IV1 y uno de los hispanistas más destacados del siglo xvii en Francia. A este respecto, Acero Durántez (2008: 12) destaca que a Oudin se le debe el progreso más importante en el dominio del estudio del español en Francia en la primera mitad del siglo xvii2. Efectivamente, el hispanista francés también fue profesor de español en París, lo que le llevó a desarrollar un completo e importante conjunto pedagógico para que sus alumnos tuvieran los materiales necesarios para el aprendizaje del español: un diccionario, un compendio de diálogos, otro de proverbios y una gramática.
Conviene subrayar, igualmente, que toda la obra pedagógica de Oudin conoció un importante éxito editorial a lo largo de todo el siglo xvii, en particular, el Tesoro de las dos lenguas española y francesa (1607 – 1675)3. En efecto, el diccionario de Oudin conoció siete ediciones a lo largo del siglo xvii, una muestra inequívoca de la aceptación y éxito que tuvo esta obra, comenzada por César Oudin y continuada, a partir de la 5ª edición (1645), por su hijo Antoine.
El Tesoro es, además, uno de los diccionarios más importantes de todo el Siglo de Oro español (Azorín Fernández, 2008; Guerrero Ramos, 1990; Lépinette, 2001, entre otros). Su importancia dentro de la Lexicografía Española no se circunscribe al éxito que conoció en su tiempo, sino que ha trascendido los siglos y ha sido la fuente de numerosos diccionarios que le sucedieron. A este respecto, Samuel Gil y Gaya (1947: XXII)4, en la introducción de su Tesoro Lexicográfico (1492 – 1726), subraya que la influencia del Tesoro fue tan grande que puede decirse que todos los diccionarios bilingües deben algo a esta obra de Oudin y algunos se limitan a copiarle o a traducirle con pocas alteraciones. De la misma opinión se muestra Lépinette (2001: 153) cuando afirma:
Gozaron pues de larga vida los Tesoros de Oudin y más larga aún, si sabemos que fueron la base de todos los repertorios ulteriores – bilingües español – francés y monolingües españoles que no tuvieron más remedio que admitir su deuda para con el Intérprete del rey: incluso la Real Academia Española utilizó y citó a Oudin en 1726, incorporando muchas entradas e información proporcionadas por éste.
En este sentido, sabemos que diccionarios como el de Stevens (1706), Trognesiu (1646), y Vittori (1609), entre otros muchos, son deudores de la labor lexicográfica de Oudin.
Asimismo, el Tesoro de César Oudin también ha sido fuente de importantes diccionarios monolingües, como el Diccionario de Autoridades (1726 – 1739)5 o el diccionario de Terreros y Pando (1786), quien recurre igualmente a la obra del lexicógrafo galo como base de su trabajo lexicográfico.
El Tesoro destaca, además, por ser uno de los primeros diccionarios bidireccionales español – francés de gran extensión. A este respecto, Zuili (2016: 272) subraya lo que sigue:
El Tesoro de las dos lenguas española y francesa del famoso hispanista francés César Oudin (edición princeps: París, Marc Orry, 1607) constituye, sin duda alguna, un texto pionero, ya que es uno de los primeros diccionarios bidireccionales «español-francés» y «francés-español» digno de este nombre por su gran extensión. En efecto, antes de su publicación, no circulaban más que unos léxicos bastante escuetos y la única obra que se le parecía, sin igualarlo, era el Diccionario muy copioso de la lengua española y francesa/Dictionaire (sic) très-ample de la langue françoise et espagnole de Jean Palet (edición princeps: París, M. Guillemot, 1604).
Sin embargo, no todo son luces para la obra del Intérprete del rey, pues Oudin, para la elaboración de su diccionario, recurre a numerosas fuentes que no cita. Si bien este hecho era una práctica habitual en su época, también lo era citar las autoridades utilizadas para la elaboración de la obra. Cierto es que Oudin en el “Advertissement necessaire aux lecteurs […]” de la segunda edición del Tesoro (1616) cita a Nebrija (1495), a de Las Casas (1570) y a Covarrubias (1611), pero también lo es que deja de mencionar a otros muchos autores como Hornkens (1599) o Palet (1604), cuyas obras no solo consultó, sino que, en alguna medida, plagió. Además, en dicha cita, el hispanista francés no explica cuánto debe a estos lexicógrafos, sino simplemente los menciona dejando entrever que conoce sus obras:
Ie diray aussi un mot quant à l’ordre que j’ay tenu (suiuant celuy qu’ont obserué le Nebricense, Cristóual de las Casas, & Couarruuias aussi) en la disposition des lettres, qu’encor que i’aye fait des nota en plusieurs endroits.
La génesis de la obra de Oudin, como la de cualquier otro diccionario de esa época, es compleja, pues se trata, esencialmente, de compilaciones de obras anteriores. De esta forma, la nomenclatura de la parte francés – español tiene su origen en obras como la de Hornkens (1599) o Palet (1604), tal y como demuestran, entre otros, Cooper (1962), Guerrero Ramos (1990) o Verdonk (1992).
En cuanto a la parte española del Tesoro (1607), según el cotejo realizado por Lépinette (2001), Oudin utilizó como fuente la obra de Palet (1604) y el Vocabulario de romance en latín (1495) de Antonio de Nebrija. Esta autora señala, además, que en lo relativo al sub-sector léxico de la flora, Oudin recurrió a la traducción que Andrés Laguna (1555) realizó del Dioscórides6.
No obstante, Oudin (1607) no se limitó a realizar una simple copia de repertorios anteriores, sino que, en algunos casos, realizó un verdadero quehacer lexicográfico al seleccionar los lemas y mejorarlos sustancialmente con nuevas informaciones y mejoras notorias de las definiciones. En este sentido, Cooper (1962: 324–325) destaca lo siguiente:
No solo incorporó en su Tesoro varios centenares de voces nuevas, que no figuran en ningún léxico anterior, sino que además amplió las explicaciones correspondientes a muchos artículos, corrigió errores y se esforzó en hacer más claras y precisas las definiciones.
Respecto a la segunda edición del Tesoro (1616), su nomenclatura, según Cooper (1960a) y Zuili (2016: 153), se vio ampliada en 5000 nuevas entradas, así como en mejoras y precisiones en la traducción de numerosos términos. No obstante, Cooper (1960a) identifica más de 900 artículos del Tesoro (1616) que provienen del Tesoro de la lengua castellana o española de Sebastián de Covarrubias (1611), al que el Intérprete del rey cita someramente en la introducción de su obra y en tan solo tres entradas: farro, mudéjares y reata (Cooper, 1960a).
La otra fuente identificada por Cooper (1960a) en esta segunda edición es el Tesoro de las tres lenguas española, francesa y italiana de Girolamo Vittori (1609). El empleo de esta fuente por parte de Oudin merece algunas precisiones por nuestra parte, pues en esta segunda edición del Tesoro (1616), en el “Advertissement aux lecteurs”, Oudin acusa a Vittori de plagio sin nombrarlo. Y, efectivamente, este plagio del Tesoro (1607) del que se queja Oudin (1616) ha sido evidenciado por Cooper (1960b)7 quien, además demuestra, que Oudin (1616) plagió a su vez la obra de Vittori (1609), en unos 2000 artículos. Respecto al plagio cometido por Oudin de la obra de Vittori (1609), Cooper (1960: 10) afirma:
Estoy absolutamente seguro de que Oudin plagió a Vittori tan decididamente como éste le había plagiado antes a él, y sin remordimiento alguno, justificando su acción como natural represalia. Además, conviene recordar que este tipo de despojos era bastante frecuente en la época.
Este intrincado sistema de filiación que se aprecia en la génesis del Tesoro ha sido plasmado por Zuili (2016)8 en el estema siguiente:
Tal y como vemos, la génesis lexicográfica de los diccionarios antiguos como el de Oudin resulta intrincada y compleja. Dicha complejidad exige adoptar, de acuerdo con la terminología empleada por Lépinette (2001), un enfoque de arqueología lexicográfica que nos permita comprender cómo se han elaborado estas obras. En este sentido, Lépinette (2001: 155) señala que el trabajo de Oudin (1607) es un crisol en el que el autor funde hábilmente el material léxico que le proporcionaron sus fuentes para elaborar un instrumento nuevo y de indudable utilidad para los procesos traslatorios.
Esta forma de componer las obras lexicográficas explica por qué el Tesoro de las dos lenguas española y francesa no es un diccionario bilingüe reversible, es decir, no encontramos los mismos lemas en ambas partes. En efecto, la parte español – francés fue compuesta o, en cierto sentido, compilada de forma independiente de la parte francés-español. Por eso un gran número de entradas que se encuentran recogidas en la parte española no se registran en la parte francesa, pues, tal y como hemos dicho, ambas se compusieron como dos libros independientes.
Con todo, se sigue considerando al Tesoro de las dos lenguas española y francesa de César Oudin (1607 – 1675) como una obra fundamental de la Lexicografía Española del siglo xvii y, a pesar de los numerosos trabajos científicos realizados sobre el diccionario de Oudin, creemos que todavía existen aspectos del Tesoro que no han sido suficientemente estudiados. Por eso, en esta investigación nos proponemos realizar un espigueo lexicográfico de las tres primeras ediciones del Tesoro (1607, 1616 y 1621) para extraer las voces americanas que se encuentran recogidas en sus páginas. Con nuestro estudio pretendemos, entre otras, arrojar luz sobre las primeras documentaciones lexicográficas de estos indoamericanismos léxicos en español y en francés.
1 César Oudin fue nombrado Secretario – Intérprete de los reyes Enrique IV y Luis XIII para las lenguas española, italiana y alemana. Sobre la vida y amplia obra pedagógica de Oudin, véase Zuili (2016).
2 Oudin es, además, el primer traductor de la primera parte del Quijote, publicada en Francia en 1614. Oudin también tradujo otras obras y fue editor de varias, entre las que también destaca La Galatea de Cervantes.
3 De ahora en adelante el Tesoro.
4 Citamos a través de Zuili (2016).
5 Sobre el uso de la obra de Oudin como autoridad en el diccionario académico, consúltese Pena Arango (2021).
6 En nuestra investigación, todas las voces relativas a la flora proceden de otras fuentes distintas al Dioscórides de Laguna (1555).
7 Cooper señala con sorpresa que la obra de Vittori (1609) contiene 3000 artículos nuevos que no figuran en el Tesoro (1607).
8 Zuili no incluye aquí el diccionario de Terreros por ser una obra tardía.
Details
- Pages
- 294
- Publication Year
- 2024
- ISBN (PDF)
- 9783631916346
- ISBN (ePUB)
- 9783631916353
- ISBN (Hardcover)
- 9783631916339
- DOI
- 10.3726/b21658
- Language
- Spanish; Castilian
- Publication date
- 2024 (October)
- Keywords
- Lexicografía Histórica Lexicografía Bilingüe Siglo de Oro lengua francesa español de América
- Published
- Berlin, Bruxelles, Chennai, Lausanne, New York, Oxford, 2024. 294 pp.