Galería de periodistas de Andalucía en los siglos XVIII y XIX
Cien nombres del negocio editorial entre la política, la instrucción y la literatura
Summary
En este acercamiento a quienes hicieron de la letra de molde su oficio quedan patentes las relaciones entre la producción andaluza y las empresas de otros puntos de la geografía española y extranjera, así como de las redes existentes entre los protagonistas de estas páginas.
Excerpt
Table Of Contents
- Cubierta
- Título
- Copyright
- Sobre el autor/el editor
- Sobre el libro
- Esta edición en formato eBook puede ser citada
- Índice
- Introducción
- Observaciones
- Periodistas incluidos en este volumen:
- Abreu y Orta, Joaquín por Alberto González Troyano
- Aguayo Molina, Antonio por Antonio Checa Godoy
- Aguilar Medina, Rafael por Antonio Checa Godoy
- Almagro Cárdenas, Antonio por David Loyola López
- Álvarez de Sotomayor Medina, Alberto por Antonio Checa Godoy
- Álvarez Robles, Mariano por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz
- Amador de los Ríos, José por Xavier Andreu Miralles
- Andújar Cardeña, José María por Antonio Checa Godoy
- Arteaga, Joaquina (de) por Elena Benítez Alonso
- Atienza y Huertos, Rafael por Antonio Garrido Domínguez
- Biedma y Lamoneda, Patrocinio por Marieta Cantos Casenave
- Blanco y Crespo, José María [Blanco White, José María] por Fernando Durán López
- Böhl de Faber y Larrea, Cecilia [Fernán Caballero] por Marieta Cantos Casenave
- Borrego Moreno, Andrés por David Loyola López
- Bueno y Nuesa, José por Diego Caro Cancela
- Cano y Cueto, Manuel por Marta Palenque
- Cañete, Manuel por David Loyola López
- Cárdenas y Espejo, Francisco por Ana Isabel Martín Puya
- Carrión, Antonio Luis por María Eugenia Gutiérrez Jiménez
- Castro y Rossi, Adolfo (de) por Alberto Ramos Santana
- Cienfuegos, Beatriz por Cinta Canterla
- Coloma Roldán, Luis por David Loyola López
- Daza de Guzmán, Pedro José por Beatriz Sánchez Hita
- Delgado López, Dámaso por Antonio Checa Godoy
- Díaz de Morales y Bernuy, Francisco por Antonio Checa Godoy
- Díaz Pérez, Nicolás por Mari Paz Díaz Domínguez.
- Díaz Quintero, Francisco por Mari Paz Díaz Domínguez
- Durán Sánchez, Manuel por Antonio Garrido Domínguez
- Estébanez Calderón, Serafín por Daniel Muñoz Sempere
- Fernández Ruano, Manuel por Antonio Checa Godoy
- Flores Arenas, Francisco por Alberto Ramos Santana
- Flores García, Francisco por Claudia Lora Márquez
- Flores Valdespino, Juan por Ana Isabel Martín Puya
- Gámez Bravo, Rufino por Antonio Checa Godoy
- García Cabañas, José por Mari Paz Díaz Domínguez
- García Lovera, Fausto por Antonio Checa Godoy
- García Tena, Adela por Antonio Checa Godoy
- García Tena, Fausto por Antonio Checa Godoy
- García-Negrete Mariscal, Antonio por Antonio Checa Godoy
- Garrido Latorre, Luis por Antonio Checa Godoy
- Gatell y Carnicer, Pedro Pablo por Elisabel Larriba
- Gil, Manuel por María del Carmen Montoya Rodríguez
- Gómez de Cádiz Cornejo, Dolores por Amparo Quiles Faz
- Gómez Sancho, Pedro por Claudia Lora Márquez
- González Francés, Manuel por Antonio Checa Godoy
- Guichot y Parody, Joaquín por Beatriz Sánchez Hita
- Guichot y Sierra, Alejandro por Teresa Bastardín Candón
- Guindos Piqueras, Enrique (de) por Antonio Checa Godoy
- Joly y Velasco, Federico por Alberto Ramos Santana
- Lacroix, José (barón de la Bruère) por María Román López
- Larra González, Clemencia por Antonio Checa Godoy
- Ledesma Hernández, Antonio por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz
- Leiva Muñoz, Francisco por Antonio Checa Godoy
- Lerín del Olmo, Manuel por Antonio Checa Godoy
- Lista y Aragón, Alberto (Rodríguez de) por Fernando Durán López
- López Vizcaíno, Francisco por Antonio Checa Godoy
- Lozano de Vílchez, Enriqueta por Xavier Andreu Miralles
- Lustonó y Peláez, Eduardo (de) por Amparo Quiles Faz
- Machado y Álvarez, Antonio por Julián Sancha Vázquez
- Maínez Fernández, Ramón León por Francisco Cuevas Cervera
- Maraver y Alfaro, Luis por María Román López
- Mariani Jiménez, Luis por María Eugenia Gutiérrez Jiménez
- Mariscal y López Navajas, Antonio por Antonio Checa Godoy
- Martel Fernández de Córdoba, Ricardo por Antonio Checa Godoy
- Martínez de Lacosta, Rosa por Estela Pérez Silva
- Martos Morillo, Julián (de) por Antonio Checa Godoy
- Marzo y Sánchez, Ildefonso por Claudia Lora Márquez
- Más y Prat, Benito por Joaquín Álvarez Barrientos
- Matute y Gavira, Justino por Fernando Durán López
- Molina, Blas por Antonio Garrido Domínguez
- Molle, Francisco José por Beatriz Sánchez Hita
- Montero Moya, Manuel María por Antonio Checa Godoy
- Mora, José Joaquín (de) por Fernando Durán López
- Muñoz Morales, Francisco por Mari Paz Díaz Domínguez
- Navarro Prieto, José por Antonio Checa Godoy
- Navarro y Armijo, Joseph por María del Carmen Montoya
- Niño Clavijo, José María por Antonio Checa Godoy
- Nogales Nogales, José por Mari Paz Díaz Domínguez
- Olavarrieta, Juan Antonio [José Joaquín de Clararrosa] por Beatriz Sánchez Hita
- Ossorio y Bernard, Manuel por Victoriano Gaviño Rodríguez
- Panés González de Quijano y Vizarrón, Miguel María por Beatriz Sánchez Hita
- Paz y Molín, Narcisa por Antonio Checa Godoy
- Pérez de Celis, Margarita por Gloria Espigado Tocino
- Pérez Ramajo, Manuel Lozano por Daniel Sáez Rivera
- Ramírez de Arellano y Gutiérrez de Salamanca, Teodomio por Antonio Checa Godoy
- Rueda López, Francisco por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz
- Ruiz Jiménez, Joaquín por Antonio Checa Godoy
- Salvochea y Álvarez, Fermín por José Marchena Domínguez
- Sánchez del Arco, Francisco por Diego Caro Cancela
- Santa Ana y Rodríguez, Manuel María por Marieta Cantos Casenave
- Santiago Rotalde, Nicolás por Alberto Ramos Santana
- Silva, María del Carmen por Beatriz Sánchez Hita
- Solís Reig, Eduardo Andrés por Antonio Checa Godoy
- Soto y Corro, Carolina por Estela Pérez Silva
- Tirado, Francisco de Paula por María José Ruiz Acosta
- Tubino y Oliva, Francisco María por Francisco Cuevas Cervera
- Valdelomar Fabreques, Enrique por Antonio Checa Godoy
- Valdelomar Pineda, Francisco Javier por Antonio Checa Godoy
- Velilla y Rodríguez, José por Emilio J. Ocampos
- Zapata y Cárdenas, María Josefa por Gloria Espigado Tocino
- Bibliografía
- Apéndice I. Listado de periódicos citados en las biografías
Introducción
La importancia de la prensa durante los siglos XVIII y XIX como medio no solo de carácter noticiero —con las limitaciones propias de la legislación de cada periodo— sino sobre todo como instrumento cultural y de acción política son hoy innegables. Sería imposible entender la evolución de la literatura, de los cambios y costumbres sociales o de la propia historia sin recurrir a las páginas de los papeles periódicos, pues estos nos devuelven una imagen más cercana a los acontecimientos desde una amplia variedad de enfoques. Así, podemos recorrer en letras de molde cómo se produce la consolidación del movimiento ilustrado y apreciar la variación e introducción de la literatura neoclásica, atender al uso político de la prensa en etapas como la Guerra de la Independencia o el Trienio Liberal, con el despegue del articulismo y la crónica parlamentaria y de la guerra, para desde ahí avanzar a la consolidación del movimiento romántico, del costumbrismo y del realismo, que veremos representados en numerosos textos literarios y en la reseña que de lo publicado y lo llevado a las tablas se ofrece. Todo ello sin desatender a los vaivenes políticos nacionales e internacionales, reflejados en noticias, cartas comunicadas y extractos diversos.
En los últimos años se ha avanzado en el conocimiento de muchas de las cabeceras publicadas en los siglos XVIII y XIX, en gran medida por la catalogación más detallada que han comenzado a ofrecer de sus fondos instituciones públicas y privadas, así como por la posibilidad de consulta en red de colecciones y catálogos. No obstante, cuando se atiende a los estudios se aprecia que, de manera general, se ha priorizado el análisis de lo publicado en Madrid —aunque recientes investigaciones están compensando esa tendencia, gracias en parte a la labor desarrollada en el marco de proyectos como el que financia esta obra—,1 frente a lo que podríamos denominar la producción de la periferia, desvirtuando la interpretación del papel jugado por determinados espacios en épocas concretas del periodo aquí analizado. En este sentido, y poniendo el foco sobre el caso de Andalucía resulta imposible no destacar la importancia de Sevilla y Cádiz durante el siglo XVIII, más marcada aún en la segunda con el paso a esta de la casa de contratación en 1717, lo que derivará en un importante desarrollo de la burguesía mercantil en la ciudad y propiciará el cultivo de una prensa que trasciende la necesaria información comercial para convertirse en un espacio para el esparcimiento en el que, de acuerdo con los modelos ilustrados imperantes, tienen cabida la instrucción y el entretenimiento. La Guerra de la Independencia tendrá asimismo una marcada influencia en la producción andaluza, en muchos casos vinculada de manera directa a la actividad política de la Regencia y las Cortes en Sevilla y Cádiz, aunque resulta igualmente destacable en otros espacios tanto en los meses iniciales del alzamiento contra las tropas napoleónicas como con posterioridad a la liberación de la región en el verano de 1812, cuando Granada se suma con una presencia notable a la producción de nuevos títulos y se erige en un importante foco de prensa liberal.
Después de mayo de 1814 con la derogación de la obra de las Cortes y, de manera más específica, de la libertad de imprenta —que permitía expresar libremente las ideas políticas sin necesidad de censura previa desde el Decreto de 10 de noviembre de 1810— serán pocos los periódicos que en el conjunto del país logren estamparse y habrá que esperar hasta el Trienio Liberal para hallar una producción reseñable y ver convivir y competir en el tablero político-cultural viejos y nuevos títulos, que marcan con sus trayectorias la propia evolución que se da en el seno del liberalismo entre un periodo constitucional y otro, cuando parte de los liberales doceañistas pasa a decantarse por la defensa de políticas moderadas mientras que nuevos actores optan por posicionamientos exaltados; al lado de estos, los absolutistas —que habían guardado silencio tras la jura de la Constitución por parte de Fernando VII en marzo de 1820— comienzan a recuperar espacio desde 1823 en esa batalla de papel que se da en aquellos casi cuatro años en los que la libertad de imprenta vuelve a estar vigente.
Vendrían luego diez años complejos para la publicación de periódicos, aunque unos pocos títulos lograron permanecer estables por abordar contenidos comerciales —como sucede en Cádiz con el Diario Mercantil (1802–1814/1816-1837) o el Diario Marítimo de la Vigía que desde finales del XVIII venía anunciando la actividad del puerto— y otros consiguen ver la luz para ofrecer conocimientos útiles y contenidos literarios, a veces sin excluir información comercial, como sucede con el Diario de Sevilla, de Comercio, Artes y Literatura (1829-1856). Será después de septiembre de 1833, cuando tras la muerte de Fernando VII María Cristina comience su regencia hasta la mayoría de edad de Isabel II, cuando asistamos a un nuevo auge en la producción de cabeceras, en las que quedan reflejados los vaivenes de la política y los cambios en los gustos literarios del público. Así, vemos cómo el Romanticismo impregna las páginas de las revistas literarias, situando los relatos de costumbres locales, regionales y nacionales —en forma de cuadro, breve cuento o novela— como elemento compositivo clave de manera más marcada desde la década de los cuarenta, que se conjuga con la oferta de poesía y novelas por entregas como complemento; de manera paralela el debate político se intensifica y surgen empresas claramente vinculadas a un determinado partido o tendencia. Al mismo tiempo, junto a la política y la literatura, aparecen cabeceras específicamente destinadas a la mujer y otras de carácter pedagógico —estas últimas sobre todo tras la aprobación de la ley Moyano en 1857—, en las que los avances en las técnicas de impresión juegan un importante papel por las posibilidades de incluir figurines, patrones de modas, grabados y otros documentos instructivos además de los diferentes ornamentos que desde mediados de siglo van a estar muy presentes en las páginas de los papeles públicos y que, en el caso de la prensa satírica, desarrollada con pujanza en la segunda mitad del XIX, tendrán una notable trascendencia, pues implicarán la posibilidad de caricaturizar la realidad.
Esta evolución en el periodismo descrita aquí a vuela pluma habría sido imposible sin la existencia de interesantes hombres y mujeres que se afanaron en muchos casos en hacer de este género su medio de vida —en ocasiones adquiriendo una relevancia destacada en el mercado editorial al convertirse también en impresores— y que trataron de influir con sus creaciones en los cambios sociales y culturales. Sus nombres, con frecuencia aparecen reseñados en las historias del periodismo o en los trabajos sobre cabeceras concretas que hasta la fecha se han venido realizando y que, para el caso de Andalucía, cuentan con importantes aportaciones recientes, muchas de ellas firmadas por los autores que figuran en este volumen. Valgan como muestra significativa los estudios de Canterla (1996 y 2018), Cantos Casenave (2008 y 2014), Cantos Casenave, Durán López y Romero Ferrer (2006-2008), Checa Godoy (2011a y 2011b), Díaz Domínguez (2008), Durán López (2003, 2012, 2018), Espigado Tocino (2006 y 2008), Garrido Domínguez (2009), Gutiérrez Jiménez (2017 y 2018), Larriba (2004), Palenque (1991, 2001 y 2018), Ramos Santana (1987), Román López (2018a, 2018b y 2019) o Sánchez Hita (2007, 2008, 2009a y 2009b), entre otros, que se verán reflejados en las entradas que siguen a esta presentación. Ahora bien, aunque estos estudios han supuesto un avance notable en lo que al conocimiento del panorama editorial andaluz se refiere, por sus características no siempre permiten el acercamiento más detallado a los hombres y mujeres que se encontraban detrás de estas empresas y denotan en muchos casos la necesidad de ofrecer una aproximación general a sus vidas y quehacer. Dicha necesidad de aportar datos sobre los responsables de periódicos o sujetos con una trayectoria destacada en el ámbito de la prensa, a la que aquí tratamos de responder de forma selectiva pero representativa, no es nueva y se puso de manifiesto incluso de manera coetánea a la tirada de muchos de los papeles públicos surgidos en el marco temporal aquí indicado. En este sentido, alternando en ocasiones la visión erudita con la satírica durante los siglos XVIII y XIX vamos a ver publicarse varias galerías y catálogos de periodistas —a menudo focalizados en Madrid—, que conviven con obras generales destinadas a las semblanzas de escritores e intelectuales diversos, de las que podemos situar como antecedente el Ensayo de una biblioteca española de los mejores escritores del reinado de Carlos III, de Sempere y Guarinos (1785) —peldaño inicial quizá del imprescindible trabajo de Aguilar Piñal: Bibliografía de autores del siglo XVIII (1981-2001)—2 o las jocosas semblanzas de la obra que en dos entregas y que fingidamente redactada por «Dos bachilleres y un dómine» ofrece Eduardo Gorostiza como Galería en miniatura de los más célebres periodistas y articulistas de Madrid y Apéndice a la galería de los más celebres periodistas, folletistas y articulistas de esta capital en 1822 y que resulta clave para situar a muchos de los autores del Trienio Liberal. Con estas y con miras mucho más amplias cabe citar el aún hoy imprescindible Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX de Manuel Ossorio Bernard (1903-1904), actualizado a su vez con otras referencias y estudios por López de Suazo en su Catálogo de periodistas españoles del siglo XIX (2017). De igual modo, por la especificidad que suponen en la recopilación y tratamiento de los datos cabe mencionar para el caso de la participación femenina los «Apuntes para un Diccionario de escritoras españolas del XIX» de Ossorio y Bernard publicados por entregas en La España Moderna en los cuadernos IX-XII, XIV y XVIII desde finales de 1890 a principios de 1900, la obra de Serrano y Sanz Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas desde el año 1401 al 1833 (1903-1905), la Galería de escritoras isabelinas. La prensa periódica entre 1833 y 1895 de Íñigo Sánchez Llama (2000), así como el trabajo de María del Carmen Simón Palmer (1991) Escritoras españolas del siglo XIX. Manual bio-bibliográfico, donde el recurso a lo publicado en la prensa es habitual y que ofrece datos sobre la biografía de numerosas autoras; a este, para el caso concreto de Andalucía debe sumarse el libro de Ángeles Carmona Escritoras andaluzas en la prensa de Andalucía del siglo XIX (1999).3
Estos trabajos y otros diccionarios, como el Diccionario biográfico de España (1808-1833) de Gil Novales (2010) o el Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia (2009-2013) —consultable en red—, han sido de gran ayuda a la hora de realizar una primera aproximación a los publicistas que aquí recogemos. También posee interés para establecer un corpus de editores el Diccionario biográfico de parlamentarios de Andalucía (1810-1869) coordinado por Caro Cancela (2011) —por los nexos con la política de no pocos gaceteros— o aquellos otros trabajos dedicados a los autores de un ciudad o provincia concreta y que se citan en los casos en los que se han empleado en alguna de las entradas.
En el compendio que aquí ofrecemos resulta, asimismo, fundamental la revisión de la documentación de archivo sobre los sujetos biografiados y el análisis del contenido de los propios papeles periódicos —algo que no para todos los títulos resulta posible—.
Desde estos datos queremos acercarnos a las semblanzas de una muestra significativa de estos autores/editores y también de varios destacados colaboradores de la prensa andaluza que desde mediados del siglo XVIII principalmente y hasta 1880 se sitúan al frente o juegan un papel destacado en la producción de estas obras. Debemos advertir, no obstante, que el eje cronológico se maneja con relativa laxitud en aquellos casos en los que la biografía del periodista/editor se extiende más allá de 1880 o cuando se trata de algún nombre de interés para dibujar la evolución del periodismo andaluz a finales del XIX.
De igual modo, debemos indicar que en las obras destinadas a los periodistas del XIX citadas arriba con frecuencia, por las características de las mismas, la descripción de la biografía y de la implicación en el panorama periodístico de los autores resulta a veces limitada y queda reducida a la noticia de los datos básicos y relación de títulos, con presencia de no pocos errores derivados en muchos casos de las dificultades para el acceso a las fuentes primarias. En atención a todo esto y, como ya hemos indicado, gracias a los avances que en la localización de fondos y su estudio se han producido en los últimos años, realizamos aquí un compendio que pretende aportar un conjunto de semblanzas de periodistas que han tenido un papel relevante como editores, promotores o bien como colaboradores destacados en el periodismo andaluz de los siglos XVIII y XIX. Muchos de los sujetos aquí recogidos son andaluces de nacimiento, pero también hemos sumado a aquellos otros que sin haber nacido en Andalucía jugaron en algún momento un papel reseñable en la edición de la región.
Hemos priorizado en la selección de esta amplia galería de hombres y mujeres su contribución en el desarrollo del género periodístico y no otras implicaciones literarias, que no omitimos en muchos casos al hacer referencia al conjunto de sus trabajos para ofrecer una idea global de su quehacer, aunque este elemento se sitúa aquí como secundario. Igualmente, se ha intentado que el conjunto de la región quede representado,4 sin forzar que exista un número similar de autores de unas y otras provincias, pues el peso en etapas como el siglo XVIII y principios del XIX de ciudades como Sevilla, Cádiz, Granada y más tardíamente Málaga es superior al de otros puntos y así queda marcado por la presencia mayor de periodistas de las mismas o que desarrollan su actividad en ellas. Asimismo, se podrá apreciar cómo con el inicio de la Guerra de la Independencia otras ciudades comienzan su actividad editorial y cómo desde mediados del XIX tiende a existir una nutrida nómina de autores de todas las provincias, aunque por tradición y por la existencia de una infraestructura suficientemente consolidada el volumen total seguirá siendo algo más elevado en aquellos espacios que presentan una temprana producción.
Por otro lado, creemos oportuno destacar que esta descripción de las biografías y actividad editorial de los autores indizados permitirá, al mismo tiempo, apreciar las relaciones que se dan entre equipos editoriales y la propia evolución que de acuerdo a acontecimientos históricos y culturales se produce en el género periodístico, en la tipología de los textos insertos en los impresos, en su estructura y en los sistemas de producción. Grosso modo, podremos ver dibujada a través de la vida de los hombres y mujeres a los que aquí atendemos cómo durante el XVIII la prensa conoce diferentes formatos que van desde el cultivo de un periodismo de corte ilustrado, destinado a instruir a la sociedad y con un modelo cercano a la prensa crítica o directamente deudor de los espectadores ingleses, que estaría representado entre otros por La Pensadora Gaditana (1783-1764) de Beatriz Cienfuegos, El Curioso Entretenido (1779-1780) de Juan Pisón y Vargas o por El Argonauta Español (1791) de Pedro Gatell, a las cabeceras misceláneas como la Academia de Ociosos (1763) de Flores Valdespino o el célebre Correo de Sevilla (1803-1808) de Justino Matute —que había colaborado en otras empresas previas de la ciudad— e incluso podemos hallar a finales del siglo una oferta continuada de revistas destinadas al público femenino, donde destacan las empresas de José Lacroix, barón de la Bruère, que estampa el Correo de Cádiz (1795-1800) y más tarde el Correo de las Damas (1804-1808), que complementan a publicaciones de carácter comercial, de interés sobre todo para la burguesía local, Postillón del Correo de Cádiz (1794-1800) y Diario Mercantil de Cádiz (1802-1814, que será continuado por otros editores desde 1816 hasta 1837).
La Guerra de la Independencia (1808-1814) es otro de los momentos señeros en lo que a producción se refiere y en gran medida va a ser clave en el proceso de consolidación de la figura del editor-empresario, aunque es igualmente habitual la colaboración en más de un impreso o la fundación de varios en diferentes momentos del conflicto.5 Al calor de la demanda de información y de la posibilidad de intervención en la política a través de la prensa son muchos los que prueban a sacar empresas de distinto signo, unas veces contando con experiencia previa y otras sin ella, valgan como ejemplo los casos de José María Blanco White, Manuel Pérez Ramajo, Pedro José Daza de Guzmán o Carmen Silva,6 entre los partidarios del régimen constitucional, o del marqués de Villapanés, entre los valedores del absolutismo. Muchos de ellos y más concretamente los liberales tras sufrir persecución y destierro, volverán a tomar la pluma durante el Trienio Liberal, momento en el que como ya ocurriese en la anterior etapa de libertades nuevos nombres salen a la palestra y alcanzan una marcada influencia en la escena nacional e incluso más allá de nuestras fronteras como sucede en los casos de José Joaquín de Clararrosa o Nicolás Santiago Rotalde.
Details
- Pages
- 448
- Publication Year
- 2024
- ISBN (PDF)
- 9783631896150
- ISBN (ePUB)
- 9783631896167
- ISBN (Hardcover)
- 9783631896143
- DOI
- 10.3726/b20528
- Language
- Spanish; Castilian
- Publication date
- 2024 (November)
- Keywords
- La prensa periodica Iluminación Andalucía La prensa andaluza Redes de periodistas costumbrismo La prensa periodica del siglo XIX La prensa periodica del siglo VIII
- Published
- Berlin, Bruxelles, Chennai, Lausanne, New York, Oxford, 2024. 448 p.
- Product Safety
- Peter Lang Group AG