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Léxico y contacto de lenguas en los Andes

by Luis Florentino Andrade Ciudad (Volume editor) Ávaro Ezcurra (Volume editor) Carlos Migue Garatea Grau (Volume editor)
©2019 Edited Collection 312 Pages

Summary

Este conjunto de trabajos se concentra en el estudio de los contactos lingüísticos que ocurren, principalmente en el área andina, en el plano léxico. Lenguas como el quechua, el quichua, el puquina, el culle, el cañari, el náhuatl, el llamado "esmeraldeño" y alguna hipotética como el den son aquí tratadas, ya sea desde la consideración de sus relaciones mutuas o de su interacción con el español. En tres secciones temáticas, especialistas del Perú, Ecuador, México, Alemania y el Reino Unido ponen de relieve cómo el léxico es el aspecto de las lenguas que más se engarza con otras tradiciones culturales, reflexionan sobre la problemática de la descripción léxica en sus aspectos conceptuales, empíricos e ideológicos, y se esfuerzan por conocer las lenguas extintas a través del estudio de su vocabulario.

Table Of Contents

  • Cover
  • Title Page
  • Copyright Page
  • About the editors
  • About the book
  • Citability of the eBook
  • Contenido
  • Lista de autores
  • Introducción
  • Part I Historias del contacto léxico: encuentros y desencuentros
  • El contacto lingüístico en la historia de los léxicos del español en América
  • Aspectos semánticos e históricos del vocablo quechua <camayoc> en el periodo colonial temprano
  • Yanayaco, yanacona o yanakuna: el camino de una voz del español del Perú
  • Santiago e Illapa en los Andes: encuentros y confrontaciones
  • Santiago Illapa: el caso de la Corónica de Guaman Poma
  • Part II Léxico y contacto en el estudio de las lenguas extintas
  • De cómo la onomástica puede ayudarnos a enriquecer el conocimiento de la gramática de una lengua muerta o pobremente documentada: el caso del puquina
  • El palimpsesto esmeraldeño. Tejidos de léxico, tejidos de historia
  • ¿Por qué nos roban nuestros fonemas? Sobrevivencia de la lengua cañari en el imaginario sociopolítico indígena (Ecuador)
  • Realidad y ficción del castellano en contacto con las lenguas tallanes
  • Léxico y saber artesanal: alfarería y textilería en los Andes norperuanos
  • Part III De los vocabularios coloniales al DRAE: categorías y subjetividades
  • Categorías nominales en la lexicografía colonial del quechua: género, número, diminutivización
  • La lexicografía hispanoamericana decimonónica como corpus para el estudio del léxico americano: el caso de Juan de Arona
  • Reconocimiento de marcas de enunciación subjetiva: el caso de las voces nativas andinas en los diccionarios de la Real Academia Española

Lista de autores

Carlos Arrizabalaga

Universidad de Piura

Raúl Bendezú-Araujo

Pontificia Universidad Católica del Perú/Universidad Libre de Berlín

Rodolfo Cerrón-Palomino

Pontificia Universidad Católica del Perú

Luis Andrade Ciudad

Pontificia Universidad Católica del Perú

Piero Costa León

Pontificia Universidad Católica del Perú

Rosaleen Howard

Universidad de Newcastle

Gabriel Ramón Joffré

Pontificia Universidad Católica del Perú

Luis Fernando Lara

El Colegio de México/El Colegio Nacional

Gabriel Martínez Vera

Pontificia Universidad Católica del Perú/Universidad de Connecticut

Jorge Gómez Rendón

Pontificia Universidad Católica del Ecuador

Luis Fernando Rubio

Pontificia Universidad Católica del Perú

Roland Schmidt-Riese

Universidad Católica de Eichstätt-Ingolstadt

Eva Stoll

Universidad de Múnich

José Carlos Huisa Téllez

Universidad de Maguncia

Introducción

Tenemos el agrado de ofrecer a la comunidad científica una selección de los trabajos presentados en el congreso Léxico y contacto de lenguas en los Andes, llevado a cabo en el Departamento de Humanidades de la Pontificia Universidad Católica del Perú en agosto de 2013. Al organizar el mencionado encuentro, nos animaba la idea de promover los estudios léxicos en un área, como la andina, fuertemente influida por el contacto de lenguas y que, más allá de la identificación de las fronteras nacionales, está marcada por una historia común en la que las mutuas influencias entre pueblos distintos y sus lenguas han sido y son un importante configurador de las tradiciones culturales y lingüísticas de sus habitantes. Lenguas como el quechua, el puquina, el culle, el quichua, el cañari, alguna hipotética como el den y la aquí llamada “esmeraldeño” son tratadas en este libro, ya sea desde la consideración de sus relaciones mutuas o de su interacción con el español. Hay que agregar al listado previo, en una concepción amplia del espacio andino como área cultural y no solo geográfica, al tallán. Los trabajos sobre las lenguas mencionadas se complementan con la perspectiva integradora –con énfasis en el caso mexicano y el náhuatl– que ofrece Luis Fernando Lara al inicio del volumen.

Concentrada en los contactos bidireccionales entre el español y las lenguas amerindias, la primera sección del libro, Historias del contacto léxico: encuentros y desencuentros, ofrece un conjunto de aproximaciones que coloca los contactos léxicos dentro del marco mayor de los encuentros culturales. Los trabajos aquí reunidos constatan que el léxico es el aspecto de las lenguas que más se engarza con otras tradiciones culturales y a través del cual podemos ver, a veces con sorprendente nitidez, los mundos de ideas que corren de la mano de los usos lingüísticos.

El trabajo de Luis Fernando Lara, “El contacto lingüístico en la historia de los léxicos del español en América”, pone de relieve la complejidad del contacto lingüístico entre el español y las lenguas amerindias, que requiere de la consideración de interacciones e influencias mutuas y no solo unidireccionales. En esta línea, se propone no perder de vista cómo los hablantes de náhuatl oyeron el castellano desde los sonidos de su propia lengua. Lara discute, desde una perspectiva que atiende a los paralelos fonéticos entre el náhuatl y el castellano del XVI, la extendida idea según la cual los rasgos más característicos del español americano se habrían originado, todos ellos y de manera exclusiva, en una base andaluza. Seguidamente se proponen y ejemplifican, sobre todo con ←9 | 10→ejemplos del náhuatl y el español, siete procesos presentes en el contacto léxico entre el español y las lenguas amerindias. Con ellos, algunos bastante estudiados y otros —los que recogen las influencias amerindias en el español— mucho menos, se reafirma el autor en la necesidad de aproximarse al contacto desde una perspectiva que reúna dos direcciones de mutua determinación. Cierra el trabajo una mención al contacto con las lenguas africanas.

La contribución titulada “Aspectos semánticos e históricos del vocablo quechua <camayoc> en el periodo colonial temprano”, de Raúl Bendezú-Araujo, indaga en la historia semántica de la palabra de origen quechua kamayuq. Apoyado en el examen de textos coloniales de índole diversa, desde los primeros vocabularios del quechua hasta textos historiográficos y administrativos, el autor se concentra en la forma compuesta nombre + kamayuq (es decir, en formaciones como punku kamayuq ‘portero’ o pukara kamayuq ‘alcaide de fortaleza’) sin desatender la forma simple kamayuq, que es examinada también en su paso al español como el préstamo camayo. Concluye Bendezú-Araujo que si bien aún no es posible dilucidar claramente el significado que habría tenido kamayuq en el quechua colonial, este debe de haber sido el de ‘individuo responsable o encargado de x’, donde x alude al contenido de la raíz. Ese valor es el que está, por un lado, en la base de los compuestos quechuas nombre + kamayuq que evidencian el significado de responsabilidad de cierta actividad o, al menos, de dedicación a ella. Con esas posibilidades semánticas, la estructura se usó durante la Colonia para designar las circunstancias novedosas que la administración y el culto virreinal impusieron. Además, el contenido señalado para kamayuq habría experimentado un proceso de reducción semántica que resultó en ‘persona encargada de una parcela de cultivo’, significado que cobra el préstamo camayo en español durante un período corto, circunscrito, por lo menos, al siglo XVII.

El propósito que se plantea Luis Fernando Rubio con el trabajo “Yanayaco, yanacona o yanakuna: el camino de una voz del español del Perú” apunta en la misma dirección que la contribución de Bendezú-Araujo. Se trata, para Rubio, de ofrecer un análisis histórico de las transformaciones semánticas del quechuismo yanacona desde su incorporación en el español peruano. Para ello, el autor se vale de un amplio espectro de tradiciones textuales —vocabularios, crónicas, visitas, actas de fundación, etcétera— que testimonian diversos aspectos de la vida colonial. Luego de recoger algunas reflexiones a propósito del origen de la voz en cuestión, Rubio se detiene en el análisis de textos historiográficos y administrativos de la época colonial hasta llegar, pasando por los inicios de la etapa republicana, al siglo XX. Este recorrido panorámico lleva al autor a afirmar que, partiendo del significado de ‘individuo que realizaba el servicio personal del inca’ en la lengua de origen, la palabra cobra en la colonia el valor de ‘gente ←10 | 11→de servicio’, lo cual se entiende en el marco histórico de la organización de la economía virreinal y la mano de obra indígena. Tal valor se mantiene durante la etapa republicana hasta pasada la segunda mitad del siglo XX, cuando colapsan las haciendas como sistema de explotación de la tierra, como consecuencia de la reforma agraria llevada a cabo en el gobierno de Velasco Alvarado.

Con el trabajo titulado “Santiago e Illapa en los Andes: Encuentros y confrontaciones”, Eva Stoll busca determinar los factores que habrían favorecido la confluencia, vigente hasta el día de hoy, entre la figura europea de Santiago y la del Illapa andino. La autora identifica y analiza las representaciones y principales contenidos asociados a Santiago e Illapa en crónicas de los siglos XVI y XVII escritas por autores de orígenes culturales diversos (españoles, mestizos, indígenas). Luego de destacar los paralelos entre Santiago e Illapa, Stoll pone de relieve semejanzas conceptuales básicas como las de una fuerza externa, guerrera e incontrolable que habrían dispuesto a la figura del Illapa a integrarse con la del santo europeo en un sincretismo espontáneo, que se expresa verbalmente en la denominación Santiago Illapa.

Precisamente de esta última expresión, y de la relación que guarda con la forma simple Santiago cuando refiere al santo europeo, se ocupa el trabajo de Gabriel Martínez Vera, titulado “Santiago Illapa: el caso de la Corónica de Guaman Poma”. Mediante un análisis detenido de la Corónica, Martínez identifica la existencia de valores específicos que Guamán Poma asocia, de manera diferenciada, a Santiago Illapa y a Santiago apóstol. El primero es sistemáticamente presentado por el cronista andino, ya sea por medio de la expresión Santiago Illapa o Illapa Santiago, como una figura violenta y guerrera (al igual que el Santiago europeo) y como posesor de una dimensión terrible (al igual que Illapa). El segundo —es decir, Santiago apóstol— evidencia en sus contextos de aparición no solo los conocimientos de Guaman Poma sobre diversos aspectos de la religiosidad de la orden de Santiago sino también la clara intención del autor de silenciar la dimensión bélica que caracteriza al Santiago matamoros.

La segunda sección, que lleva por título Léxico y contacto en el estudio de las lenguas extintas, inicia con el trabajo de Rodolfo Cerrón-Palomino, quien estudia las posibilidades que brinda la onomástica, el estudio de los nombres propios, para obtener alguna información sobre la gramática de una lengua extinta y carente de documentación amplia, como es el caso del puquina. Para esta lengua andina, hablada durante la Colonia y tal vez en la República en diferentes sectores de los Andes surperuanos y sus cabeceras costeñas, en los actuales territorios de Bolivia y el Perú, el autor identifica ocho raíces: <paya> ‘cuesta’, <laque> ‘barranco’ y <coa> ‘serpiente divina’, ya aislados previamente como elementos diagnósticos de la lengua; <phara> ~ <huara> ‘río’, <chata> ~ <llata> ‘cerro’, <cachi> ~ ←11 | 12→<gachi> ‘cerco’, el homófono aparente <cachi> ~ <gachi> ‘abismo’ y <raya> ~ <laya> ‘quebrada profunda’. Aísla, además, un conjunto de raíces que portan haces consonánticos iniciales de palabra proscritos por los patrones silábicos del quechua y el aimara; por ejemplo, st y sk, ilustrados con los topónimos Estevaya y Esquilaya, respectivamente. Finalmente, encuentra cuatro sufijos puquinas, dos de ellos ya incluidos en el testimonio de Jerónimo de Oré —el posesor –no y el resultativo –so— y dos sufijos no documentados previamente —t’a y –si—. Se confirma, así, la productividad del examen onomástico para el estudio de las lenguas extintas en los Andes.

“El palimpsesto esmeraldeño. Tejidos de léxico, tejidos de historia”, de Jorge Gómez Rendón, aborda un código en extremo complejo como es el “esmeraldeño”, nombre propuesto por el autor para este criollo hablado hasta fines del siglo XIX en la costa norte ecuatoriana y resultado del contacto entre diversas lenguas indígenas integradas con elementos africanos y españoles. Para este examen, el autor se apoya en un estudio minucioso de las fuentes etnohistóricas disponibles y en un examen de la toponimia y antroponimia de la zona. Este recorrido permite establecer que el contacto de los “zambos esmeraldeños” con diversos grupos étnicos de la zona, a lo largo de cuatro siglos, se refleja de manera especial en la lengua. Desde un enfoque centrado en el contacto lingüístico, el autor examina el corpus Pallares-Wolf para concluir que los orígenes identificados para los distintos elementos léxicos registrados allí incluyen préstamos del castellano, del quichua, de lenguas barbacoanas, de lenguas chocoanas y de idiomas africanos del tronco bantú (wolof, yoruba, swahili e ikalanga).

En “¿Por qué nos roban nuestros fonemas? Sobrevivencia de la lengua cañari en el imaginario sociopolítico indígena (Ecuador)”, Rosaleen Howard se plantea dos objetivos: desentrañar las huellas léxicas que ha dejado el cañari en el quichua de la zona y examinar el significado sociocultural que ha cobrado ese idioma extinto en la construcción de la identidad indígena de Cañar y Azuay, especialmente en el imaginario de los actores comprometidos con la educación intercultural bilingüe en la región. Para cumplir el primer propósito, la autora examina, a partir de fuentes lexicográficas, los rasgos diagnósticos atribuibles al cañari, lo cual implica examinar críticamente los criterios seguidos por los autores, en su mayor parte miembros de la élite letrada ecuatoriana, que abordaron previamente el problema del sustrato cañari en el quichua. En cuanto al segundo objetivo, se analizan los discursos de profesores e intelectuales de Cañar y Azuay acerca de los intentos de homogeneización lingüística que suponen los proyectos de estandarización del quichua llevados a cabo desde la década de 1980. La autora aprovecha, así, una larga trayectoria de trabajo en la zona, que se remonta a su tesis de doctorado sobre narrativa oral quichua.

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Carlos Arrizabalaga discute, en “Realidad y ficción del castellano en contacto con las lenguas tallanes”, los planteamientos disponibles en la literatura especializada sobre el origen tallán de algunas palabras del léxico piurano. Después de examinar los tallanismos más probables —como chope ‘matorral’, macanche ‘serpiente’ y yucún ‘polvo fino del camino’— y discutir otros piuranismos que tienen, más bien, seguro origen castellano —chifle ‘hojuelas de plátano verde frito’ y churre ‘niño’—, el autor se concentra en discutir un listado de supuestos tallanismos, elaborado por el abogado y político Manuel Yarlequé Espinoza. Esta relación, intensamente difundida a través de Internet en los últimos años, no pasa de ser, según el autor, una nomenclatura de topónimos y antropónimos analizados a partir de criterios erráticos e influidos por el paradigma quechua, como se desprende del afán de Yarlequé de segmentar todos los términos recopilados en compuestos binarios parisílabos, y sin tomar en cuenta para sus etimologías, por ejemplo, el listado elaborado para las lenguas de Colán y Catacaos por el obispo Baltasar Martínez Compañón en el siglo XVIII, tal vez la única fuente confiable sobre las lenguas tallanes.

En “Léxico y saber artesanal: Alfarería y textilería en los Andes norperuanos”, Gabriel Ramón Joffré y Luis Andrade Ciudad examinan de manera contrastiva y con un enfoque etnográfico el léxico de la alfarería y la textilería en el sur de Cajamarca, departamento de la sierra norte del Perú. En un área con un sustrato lingüístico complejo, marcado por la presencia de tres lenguas indígenas (el quechua, el culle y el hipotético den), además del castellano, los autores encuentran que las palabras atribuibles a las lenguas de los sustratos más antiguos sobreviven en el léxico de la textilería, pero no en el de la alfarería, que privilegia, más bien, los términos castellanos y quechuas. El estudio aporta, a través de la terminología textil, evidencia favorable a la hipótesis de Torero (1989) sobre la lengua den como una entidad lingüística distinta del quechua y el culle. Los resultados confirman la necesidad de abordar el léxico cultural de manera diferenciada en los estudios sobre el multilingüismo prehispánico y colonial.

La última sección del libro, titulada De los vocabularios coloniales al DRAE: categorías y subjetividades, reúne distintas preocupaciones –conceptuales, empíricas, ideológicas– concernidas en la problemática de la descripción léxica. En el trabajo titulado “Categorías nominales en la lexicografía colonial del quechua: género, número, diminutivización”, Roland Schmidt-Riese se plantea como propósito el examen del tratamiento descriptivo que se les da a tres categorías nominales, género, número y diminutivización, en los vocabularios quechuas de la colonia temprana (Santo Tomás, Anónimo y González Holguín). Para su cometido, el autor echa mano también de las informaciones que traen las gramáticas de los mismos autores mencionados, además de la de Alonso de Huerta. Schmidt-Riese ←13 | 14→se detiene en las dificultades y recursos que evidencian los frailes, hispanohablantes y formados en la gramática latina, cuando subsumen bajo las categorías de género, número o diminutivización, hechos verbales del quechua que no siempre caben en los contornos de las categorías descriptivas europeas.

José Carlos Huisa Téllez cuestiona, en “La lexicografía hispanoamericana decimonónica como corpus para el estudio del léxico americano: el caso de Juan de Arona”, el valor que pudieran tener las primeras descripciones del léxico americano elaboradas en el siglo XIX como fuente para los estudios sobre el uso lingüístico, práctica bastante extendida. Sostiene Huisa que el diletantismo, el casticismo y el tratamiento sesgado que Arona hace de las voces indígenas ponen seriamente en duda la idoneidad del Diccionario de Peruanismos como fuente para los estudios léxicos que se interroguen, de uno u otro modo, por el uso de la época, lo que no ocurre –precisa el autor– para los trabajos de interés historiográfico o glotopolítico. Un estudio lexicológico histórico de la época de formación nacional requiere, más bien, de un corpus que recoja el registro de usos de las distintas dimensiones de la variación y que no pierda de vista el papel del contacto lingüístico.

La contribución de Piero Costa, “Reconocimiento de marcas de enunciación subjetiva: el caso de las voces nativas”, examina la manera en que las definiciones lexicográficas pueden resultar falsificadas como consecuencia de la expresión de los sesgos particulares de los redactores del diccionario. Luego de identificar los medios verbales que manifiestan tales sesgos, las llamadas marcas de enunciación subjetiva, el autor se concentra en el análisis de voces de origen andino registradas en los diccionarios de la Real Academia Española. Es necesario afinar los aspectos técnicos de las descripciones lexicográficas, concluye el autor, de manera que las definiciones no reflejen perspectivas particulares sino, más bien, saberes colectivos.

Los editores queremos agradecer a las personas e instituciones que han colaborado de formas distintas en la preparación de este libro. Esta publicación no hubiera sido posible sin el apoyo del Vicerrectorado Administrativo y el Vicerrectorado de Investigación de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Agradecemos también, especialmente, a Martina Schrader-Kniffki y José Carlos Huisa por acoger nuestra propuesta, en coedición con el Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, como primer volumen de la serie Historia y contacto en textos indorrománicos que dirigen en la editorial Peter Lang.

Details

Pages
312
Publication Year
2019
ISBN (PDF)
9783631781210
ISBN (ePUB)
9783631781227
ISBN (MOBI)
9783631781234
ISBN (Hardcover)
9783631758335
DOI
10.3726/b15256
Language
Spanish; Castilian
Publication date
2019 (August)
Keywords
Lexicografía Contacto de lenguas Estudios andinos Lexicología Lenguas andinas
Published
Berlin, Bern, Bruxelles, New York, Oxford, Warszawa, Wien, 2019. 311 p., 10 il. blanco/negro, 11 tablas

Biographical notes

Luis Florentino Andrade Ciudad (Volume editor) Ávaro Ezcurra (Volume editor) Carlos Migue Garatea Grau (Volume editor)

Luis Andrade Ciudad Profesor Asociado de Lingüística de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Sus principales áreas de investigación son la Lingüística Andina, la Sociolongüística Histórica, el Contacto de Lenguas (con énfasis en las relaciones entre quechua, culle y español) y los estudios léxicos. Álvaro Ezcurra Rivero Profesor Asociado de Lingüística de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Entre sus intereses de investigación destacan la Lexicografía, la Semántica Histórica, la historia de las tradiciones textuales y, más generalmente, la historia del español (con énfasis en sus variantes americanas). Carlos Garatea Grau Profesor Principal de Lingüística de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Sus investigaciones se concentran en la historia del español (en particular, del español del área andina), en la historiografía de la Lingüística Hispánica y en el Contacto de Lenguas.

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