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Table Of Contents
- Cubierta
- Título
- Copyright
- Sobre el autor
- Sobre el libro
- Esta edición en formato eBook puede ser citada
- Índice
- Prólogo
- Introducción
- 1. Presentación
- 1.1. Cambios sociopolíticos, cambios lingüísticos
- 1.2. Objetivos y estructura del libro
- 1.3. Enfoque teórico
- 2. Motivaciones para la elección del tema
- 3. La transición sociolingüística en Marruecos. Introducción
- Primera Parte: El árabe marroquí en el siglo xx
- 1. La relación entre lengua e identidad
- 2. La gama diglósica en Marruecos
- 2.1. Introducción
- 2.2. El árabe marroquí, la nueva oralidad en la era digital
- 2.2.1. Las características generales
- 2.2.2. La naturaleza de la relación emisor-receptor
- 2.2.3. La naturaleza de la relación lengua-realidad
- 2.2.4. La importancia del elemento sociolingüístico
- 2.2.5. La flexibilidad
- 2.2.6. El índice de permeabilidad
- 2.2.7. El índice de dependencia contextual
- 2.2.8. La repetición
- 2.2.9. Las tendencias que rigen la elección lingüística
- 3. La política lingüística marroquí en diacronía
- 3.1. Introducción
- 3.2. La política lingüística en época del Protectorado
- 3.3. La política lingüística en la etapa postcolonial y las causas de su fracaso
- 4. La conciencia lingüística marroquí anterior al cambio de siglo
- 4.1. Introducción
- 4.2. Las actitudes hacia las variedades de la situación diglósica
- 4.3. Las actitudes hacia las lenguas extranjeras
- 4.4. Las actitudes hacia las distintas variedades locales
- Segunda Parte: El árabe marroquí en el siglo xxi
- 5. El panorama sociolingüístico marroquí en las últimas décadas
- 5.1. Introducción: Contenidos, comunidad de habla estudiada y enfoque metodológico empleado en esta segunda parte
- 5.2. Principales trazos de un panorama social, artístico y lingüístico en evolución
- 5.3. El paisaje multilingüe y su reflejo léxico
- 5.3.1. Introducción al multilingüismo en Marruecos
- 5.3.2. Fuentes lexificadoras del árabe marroquí en las últimas décadas
- 6. Elementos de convergencia de las variedades de árabe marroquí
- 6.1. Introducción
- 6.2. El doblaje a la dāriŷa como factor de estandarización
- 6.3. La alternancia de códigos en el aula
- 6.4. La convergencia interdialectal producida por la alternancia de códigos
- 7. El árabe marroquí en el registro escrito
- 7.1. Introducción
- 7.2. El caso Benchemsi
- 7.3. La dāriŷa en el centro del debate periodístico árabe
- 7.4. La emergencia de los registros intermedios, el árabe marroquí formal
- 8. El árabe marroquí en el ámbito público
- 8.1. Introducción: El árabe marroquí, de «impensado» al centro del debate
- 8.2. El árabe marroquí a la conquista del espacio público
- 8.3. La nueva constitución y la consolidación de un nuevo estatus para la dāriŷa
- 9. El entramado psicolingüístico de los niños marroquíes del mundo
- 9.1. Introducción
- 9.2. La televisión como medio de adquisición lingüística
- 9.3. Los criterios de selección lingüística
- 9.4. La alternancia de códigos reflejo de la hibridez identitaria
- 9.5. La pertenencia múltiple. Hacia la integración de modelos lingüísticos y socioculturales
- 9.6. Las actitudes lingüísticas de los marroquíes del mundo
- 10. La evolución de la conciencia sociolingüística marroquí
- 10.1. Introducción
- 10.2. Las polaridades culturales y lingüísticas en el Marruecos tradicional
- 10.3. La evolución de la diglosia marroquí como reflejo de las polaridades culturales
- 10.4. El árabe marroquí como nuevo eje identitario
- 10.5. Evolución diacrónica del paisaje sociolingüístico marroquí
- 10.6. La transición de la conciencia sociolingüística marroquí
- A modo de conclusión
- Bibliografía
- Anexo
- Índice general
- Índice de autores
- Obras publicadas en la colección
En uno de sus tan breves como divertidos «ensayitos instructivos», titulado precisamente Come scrivere un’introduzione, sugiere Umberto Eco cómo debe organizarse su contenido y, ante todo, los agradecimientos. Pues «l’abilità nel formulare i ringraziamenti caratterizza lo studioso di classe».
El gran semiólogo –o semiótico– italiano se refiere en ese caso concreto a libros de autoría propia, de lo que aquí, evidentemente, no se trata. Ni tampoco es mi intención, al seguir su consejo, pasar por «studioso di classe» ni mostrar ninguna especie de «abilità». Si empiezo este prólogo haciendo constar mi grande y sincero agradecimiento a la pareja autora de este libro (pareja en vida y en profesión) se debe sencillamente a que es lo que considero más justificado, más urgente y más sencillo.
Voy a dejarlo claro desde un principio: Bárbara Herrero Muñoz-Cobo y Otman El Azami Zailachi han escrito un libro de plena actualidad, que resultaba ya necesario, muy valiente –quizá hasta osado en algunos aspectos– y sumamente coherente, aclaro, de una gran coherencia interna.
La elección de los términos y conceptos que acabo de emplear no tiene nada de gratuito. Los he elegido y empleado después de pensarlo durante bastante tiempo, de reflexionar largamente sobre este asunto. Ruego que así se sepa, se entienda y se valore. Si los he elegido y empleado finalmente ha sido por considerar que son los que mejor caracterizan y distinguen al libro, los que realmente le corresponden, antes que cualesquiera otros.
No oculto asimismo que estimo y valoro mucho la labor de quienes escriben e investigan sobre temas lingüísticos en general, y de lengua árabe en particular. Esta alta estima quizá se explique en gran parte por el hecho de que yo he sido incapaz de hacerlo, a pesar de haber ejercido ininterrumpidamente la docencia universitaria de esa materia durante casi medio siglo. ← 11 | 12 →
Y no es solo eso: existe también el gran interés y amor que por ella he sentido siempre, y que no ha menguado en nada. Así es desde que me inicié en su aprendizaje y permanece todavía, al margen de las múltiples y muy diversas y contrastadas experiencias que se me han ido acumulando a lo largo de mi ejercicio de arabista.
Todo ello tiene para mí una cumplida y sólida explicación. Yo considero que la lengua árabe es precisamente uno de los más profundos, permanentes y firmes soportes y valores cívicos de la cultura que representa y que expresa. Este «civismo cultural» propio de la lengua árabe, tanto en su dimensión material como en su dimensión simbólica, es lo que más me ha impresionado y atraído siempre de ella, y la impresión inicial se ha ido consolidando a lo largo del tiempo en sensación y convicción permanentes.
Aclaro además que, en mi opinión, tal «civismo cultural» no tiene por qué entrar en contradicción excluyente con ninguna otra de sus características sustanciales, ni en principio las menoscaba. Ni tampoco contradice ni oculta otra de las creencias firmes que la experiencia continuada y consciente de arabista me ha deparado: como he escrito hace poco, «el primer problema que se le presenta al arabista es, precisamente, el del lenguaje, y dura a lo largo de toda la vida».
Todas estas consideraciones previas que hago no son tampoco convencionales, gratuitas ni desinteresadas, sino todo lo contrario. Me interesa dejarlas bien expuestas y establecidas porque sirven precisamente para orientar sobre la lectura que he hecho del libro que prologo, para contextuarla, para entender y precisar la valoración que he hecho del mismo.
Lo que se han propuesto mis queridos amigos y «discípulos» Bárbara y Otman queda muy claro desde un principio, al declarar ellos mismos que «el enfoque del libro es el sociolingüístico, que parte de la relación estrecha entre la lengua, la realidad y la identidad del grupo que en ella se expresa» (p. 23). Y quizá convenga recordar varias cosas importantes sobre esta cuestión, de suma e indiscutible importancia, absolutamente real, pero que no tiene nada de sencilla y sí mucho de compleja. Desde un principio hasta sus muchos finales posibles, totalmente abiertos y muy variablemente previsibles. ← 12 | 13 →
La sociolingüística es una de tantas ramas derivadas de lo que se puede considerar como sociología especial, y, como su propio nombre expresa, ha de combinar materiales no solo de doble procedencia y naturaleza, sino también de enorme volumen y dimensión, de hecho finalmente inabarcables en su totalidad. Es una disciplina de aparición relativamente reciente, pero que ha ido adquiriendo un desarrollo continuo y gradualmente creciente a lo largo de las últimas décadas, tanto en el plano teórico como en el de los «estudios de campo».
Como todas las disciplinas que se centran en el tratamiento y el estudio de los «fenómenos sociales», tan cargados de significado como ilimitados en volumen y extensión, resulta sorprendentemente activa, expansiva y dinámica. Brinda muchos atractivos, pero esconde también numerosos riesgos y asechanzas, lo que contribuye a hacerla, inevitablemente, polémica. En especial, cuando en su elaboración y valoración entran y se mezclan conceptos que son, por naturaleza, enormemente fluidos, polifacéticos, multidefinibles e, inevitablemente, casi siempre fácil y rápidamente ideologizables. Conceptos que son rehenes de dinámicas muy alternativas y cambiantes, escurridizas. Parece evidente que el más representativo y significado de todos ellos es el concepto de identidad y, en especial, el de las calificadas de identidades colectivas.
La cuestión apuntada alcanza mayor peso e importancia en la cuestión de que aquí tratamos, pues es un punto absolutamente central y predominante en el libro de los autores. En realidad, la cuestión del «reconocimiento del árabe marroquí» es la cuestión del «reconocimiento de una identidad colectiva marroquí».
Yo no voy a entrar aquí en la discusión de estas cuestiones porque no es el lugar de hacerlo y sí de dejarlas simplemente apuntadas. Quiero también recordar que en ellas se refleja de forma tan nítida como inevitable lo que, como define con rotundidad Claudio Magris, es «el drama de nuestro tiempo»: la búsqueda de la identidad. Tanto en el terreno individual como en el grupal –insisto en ello–, tanto en la persona como en los colectivos. ¿Se extrañará alguien si afirmo que la «búsqueda de la identidad» –en singular y en plural– constituye uno de los problemas que provoca más crispaciones, confrontaciones y exclusiones en la actualidad? Y en todos los terrenos, desde la biología a la política, mencionados como posibles extremos de la actividad e inquietud humanas. ← 13 | 14 →
A este respecto voy a proporcionar seguidamente dos datos que expresan con indiscutible claridad la dimensión central y predominante que adquiere en el libro la cuestión suscitada. Uno es este: el término identidad –en singular o en plural– se emplea en más de noventa ocasiones en las páginas que siguen, y hasta en más del centenar si tenemos en cuenta alguno de sus derivados, identitario, por ejemplo, que –si mi recuento ha sido exacto– aparece en quince ocasiones. Dos: el mismo término, identidad, aparece una sola vez en el libro inmediatamente anterior de Bárbara (Elementos de unidad y pluralidad en el mundo árabe, Madrid, Ed. CantArabia, 2017, 136 págs.), y concretamente al referirse al tema del velo.
En conclusión, mi opinión desapasionada es esta: valorar la «lengua» como uno de los elementos principales para reivindicar y demostrar la existencia de una identidad colectiva y nacional, me parece en principio justificado y acertado. Concluir que actúa como el elemento absolutamente determinante y decisivo en ese proceso, sin tener en cuenta algunos otros no menos entitivos y participantes, tanto de orden material como espiritual o inmaterial, lo considero precipitado, excesivo, insuficientemente contrastado y claramente unilateral.
Nada de lo expuesto hasta ahora sirve para negar o paliar una realidad evidente, rotunda, que se impone por su propio peso y «entra por los ojos», o en este caso, mejor dicho, «por los oídos». Es la siguiente: el vastísimo espacio arabófono se ha visto sometido a un proceso constante y secular de enorme fragmentación lingüística, que ha ido dando origen a una grave situación de pluridialectalización, como fenómeno natural predominante. Se manifiesta además a través de una amplísima gama de variantes con formas quizá cada vez más diferenciadas entre sí.
Panorama tan complejo y fragmentado se complica y enrevesa aún más al coincidir y mezclarse con otros de índole similar, como son los de la diglosia y bilingüismo. [ ] Aunque no es este fenómeno privativo –ni mucho menos– del espacio general arabófono sí lo caracteriza de forma especial. En su libro, Bárbara y Otman exponen y analizan con documentación apropiada, conocimiento directo de la cuestión y notable ponderación valorativa, la «situación marroquí» y algunas de sus pautas interpretativas y de sus propuestas para superar esa situación merecen ser tenidas en cuenta y hasta oportunamente aplicadas. ← 14 | 15 →
Insisto en la gran importancia que adquieren estas cuestiones porque no plantean solamente muy graves –y cada vez más amenazantes– problemáticas internas y panárabes, sino también externas y extra-árabes. A este respecto, me voy a permitir hacer una única referencia: en un muy conocido y divulgado diario español de ámbito nacional apareció a finales del año pasado una crónica titulada «La torre de Babel del mundo árabe», que abunda en afirmaciones rotundas y muy variablemente documentadas y contrastadas; entre ellas, y como resumen previo y destacado, la siguiente: «Con 350 millones de hablantes en 22 países, los árabes se encuentran cada vez más divididos por el mismo idioma. Los dialectos regionales se imponen a la lengua clásica sin que haya un habla común aceptada».
Hace mucho tiempo que esta situación ha traspasado el nivel estrictamente académico y la problemática lingüística, y existen múltiples ejemplos confirmatorios. Esto de la posible «lengua común» no es, insisto en ello, privativo del mundo árabe, pero sí adquiere en él dimensiones y consecuencias particularmente graves y amenazadoras, repito. Por cierto, esa referencia me recuerda lo que un embajador español dijo, en cierta ocasión, a sus colegas latinoamericanos: «Y ahora, vamos a hablar en la lengua común que nos separa».
Me voy a permitir tan solo añadir una última consideración, relacionada con ese fenómeno de intensa fragmentación lingüística y de multidialectalización. Quien piense que se trata de un fenómeno típicamente moderno y actual se equivoca totalmente. Hunde sus raíces en el pasado, ha acompañado a la lengua árabe «clásica» a lo largo de los espacios y de los tiempos. Y algunos han llegado a considerarlo genuino e insuperable, hasta endémico.
Details
- Pages
- 210
- ISBN (PDF)
- 9783034331036
- ISBN (ePUB)
- 9783034331067
- ISBN (MOBI)
- 9783034331074
- ISBN (Hardcover)
- 9783034331043
- DOI
- 10.3726/b12519
- Language
- Spanish; Castilian
- Publication date
- 2017 (November)
- Keywords
- sociolingüística marroquí diglosia árabe alternancia de códigos política lingüística árabe lengua árabe e identidad conciencia lingüística marroquí actitudes lingüísticas en Marruecos el doblaje al árabe marroquí
- Published
- Bern, Bruxelles, Frankfurt am Main, New York, Oxford, Warszawa, Wien, 2017. 192 p., 9 tablas